Se cuenta de cierto campesino que tenía una mula ya vieja. En un lamentable descuido, la mula cayó en un pozo que había en la finca. El campesino oyó los bramidos del animal, y corrió para ver lo que ocurría. Le dio pena ver a su fiel servidora en esa condición, pero después de analizar cuidadosamente la situación, creyó que no había modo de salvar al pobre animal, y que más valía sepultarla en el mismo pozo.
El campesino llamó a sus vecinos y les contó lo que estaba ocurriendo y los convenció para que le ayudaran a enterrar la mula en el pozo para que no continuara sufriendo. Al principio, la mula se puso histérica. Pero a medida que el campesino y sus vecinos continuaban paleando tierra sobre sus lomos, una idea vino a su mente. A la mula se le ocurrió que cada vez que una pala de tierra cayera sobre sus lomos. ¡ELLA DEBÍA SACUDIRSE Y SUBIR SOBRE LA TIERRA!
Esto hizo la mula palazo tras cada palazo. SACÚDETE Y SUBE. Sacúdete y sube. ¡¡Sacúdete y sube!! Repetía la mula para alentarse a sí misma. No importaba cuan dolorosos fueran los golpes de la tierra y las piedras sobre su lomo, o lo tormentoso de la situación, la mula luchó contra el pánico, y continuó SACUDIÉNDOSE Y SUBIENDO. A sus pies se fue elevando de nivel el piso. Los hombres sorprendidos captaron la estrategia de la mula, y eso los alentó a continuar paleando. Poco a poco se pudo llegar hasta el punto en que la mula cansada y abatida pudo salir de un brinco de las paredes de aquel pozo. La tierra que parecía que la enterraría, se convirtió en su salvación, todo por la manera en la que ella enfrentó la adversidad.
Si enfrentamos nuestros problemas y respondemos positivamente, y rehusamos dar lugar al pánico, a la amargura, y las lamentaciones de nuestra baja autoestima, las adversidades, que vienen a nuestra vida a tratar de enterrarnos, nos darán el potencial para poder salir beneficiados.
Autor: Anónimo
Ante la adversidad que nos coge desprevenidos y desprotegidos, hay que responder ante ella de la manera más positiva que se pueda. Para poder actuar coherentemente en esas circunstancias hay que dejar al lado el pánico y todo lo que nos abruma e intentar salir airosos en ese instante y de esa situación.
Una vez pase todo, entonces es tiempo de reflexionar y psicoanalizar lo ocurrido. La manera de reaccionar ante la adversidad no es previsible, uno realmente no sabe como actuará en una situación límite aunque interiormente tenga muy claro que haría frente a cualquier situación.
Llegados a ese punto, por ti y por los demás actúa. Si eres incapaz de actuar no entorpezcas el que actúen los demás.
El campesino llamó a sus vecinos y les contó lo que estaba ocurriendo y los convenció para que le ayudaran a enterrar la mula en el pozo para que no continuara sufriendo. Al principio, la mula se puso histérica. Pero a medida que el campesino y sus vecinos continuaban paleando tierra sobre sus lomos, una idea vino a su mente. A la mula se le ocurrió que cada vez que una pala de tierra cayera sobre sus lomos. ¡ELLA DEBÍA SACUDIRSE Y SUBIR SOBRE LA TIERRA!
Esto hizo la mula palazo tras cada palazo. SACÚDETE Y SUBE. Sacúdete y sube. ¡¡Sacúdete y sube!! Repetía la mula para alentarse a sí misma. No importaba cuan dolorosos fueran los golpes de la tierra y las piedras sobre su lomo, o lo tormentoso de la situación, la mula luchó contra el pánico, y continuó SACUDIÉNDOSE Y SUBIENDO. A sus pies se fue elevando de nivel el piso. Los hombres sorprendidos captaron la estrategia de la mula, y eso los alentó a continuar paleando. Poco a poco se pudo llegar hasta el punto en que la mula cansada y abatida pudo salir de un brinco de las paredes de aquel pozo. La tierra que parecía que la enterraría, se convirtió en su salvación, todo por la manera en la que ella enfrentó la adversidad.
Si enfrentamos nuestros problemas y respondemos positivamente, y rehusamos dar lugar al pánico, a la amargura, y las lamentaciones de nuestra baja autoestima, las adversidades, que vienen a nuestra vida a tratar de enterrarnos, nos darán el potencial para poder salir beneficiados.
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Ante la adversidad que nos coge desprevenidos y desprotegidos, hay que responder ante ella de la manera más positiva que se pueda. Para poder actuar coherentemente en esas circunstancias hay que dejar al lado el pánico y todo lo que nos abruma e intentar salir airosos en ese instante y de esa situación.
Una vez pase todo, entonces es tiempo de reflexionar y psicoanalizar lo ocurrido. La manera de reaccionar ante la adversidad no es previsible, uno realmente no sabe como actuará en una situación límite aunque interiormente tenga muy claro que haría frente a cualquier situación.
Llegados a ese punto, por ti y por los demás actúa. Si eres incapaz de actuar no entorpezcas el que actúen los demás.
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