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Es Mejor (706)

29 noviembre 2010

Es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad.

Es mejor que comiences a practicar una cualidad que vivir descalificándote por tus torpezas.

Es mejor que corrijas tus errores que estar reprobándote como el más rudo de los humanos.

Es mejor que tú mismo respetes todos los derechos humanos de todos tus semejantes que mantenerte rabiando por las injusticias de la sociedad.

Es mejor aplicar una solución a los problemas que renegar furiosamente contra ellos.


Autor: Anónimo




Busca solución a tus problemas, actúa en conseguir la transformación que necesitas y no dudes en apoyarte y recurrir a una mano amiga, que se preocupa por ti.

Enseñanzas De La Vida (701)

12 noviembre 2010

La vida me enseñó mucho:

a perdonar sin entender porque pasan las cosas,

a amar sin que me amen,

a sentir sin que me sientan,

a tolerar sin que me toleren,

pero no me ha enseñado a sobrellevar la soledad,

a vivir sin una caricia,

sin un abrazo,

a levantarte a la mañana

y no encontrar nadie a tu lado,

a sentirte menos que nada

a querer gritar: estoy aquí, que me oigan,

pero también me ha enseñado

a recordar las cosas bellas,

el amor sublime de una madre,

la mirada tibia de un padre

y el acogimiento de tener simplemente la vida,

que ya es mucho pedir

y sentir que teniéndola

todo aquello que he escrito

puede cambiar algún día,

porque no olvides que amar, sentir, tolerar

y perdonar son parte de la misma.


Autor: Anónimo



Así es la vida, un proceso continuo de momentos, contradicciones, miedos, éxitos y fracasos que hay que asumir. Es demasiado valiosa para desperdiciarla y es injusto utilizarla únicamente para consolar y justificar, cuando algo sale mal.

En Tí Esta La Fuente De La Vida (698)

01 noviembre 2010

Cuentan que un día, un hombre heredó un vasto territorio, yermo y seco, formado por interminables dunas de arena.

Con el fin de sacar algún rendimiento de aquel terreno, decidió buscar agua y así, comenzó a cavar un pozo.

Tras unos días de intensa labor bajo un ardiente sol no manaba ni una sola gota. Contrariado, decidió probar en otro lugar, unos cuantos metros más allá; pero el nuevo pozo también estaba seco. Como era un hombre tenaz siguió intentándolo cavando un pozo tras otro sin obtener ningún resultado.

Un día, abatido, volvía a su casa tras otra jornada de infructuoso trabajo cuando, en un cruce de caminos, halló a un anciano con una gran barba blanca y un cayado con el que se ayudaba a caminar. El anciano, al ver el rostro apesadumbrado de nuestro hombre, se detuvo a su paso y le preguntó:

- ¿Qué te ocurre? ¿Por qué estás tan abatido?

El hombre respondió: - Soy dueño de todo este territorio pero no me sirve de nada pues no tiene agua.

- ¿Por qué no cavas un pozo?, contestó el anciano.

- ¡Un pozo!...!Pero si llevo ya cuarenta y nueve y no he hallado ni una gota de agua!, replicó.

El anciano se sentó sobre una roca, apoyado sobre su cayado y respondió:

- ¡Quizá no has cavado lo suficiente! Elige uno de tus pozos y olvida el resto. Cava en él sin descanso, a todas horas, todos los días. No importa que no brote el agua. No desfallezcas.

Sigue cavando y, cuando creas que ya no te quedan fuerzas, entonces… ¡continúa cavando!

Tras estas palabras, el anciano prosiguió su camino y se alejó.

Nuestro hombre quedó pensativo y se marchó a su casa con el firme propósito de hacer lo que le había dicho el anciano.

Así que, al día siguiente, eligió uno de los pozos y comenzó a cavar donde antes lo había dejado.

Un día, otro día, una semana, otra semana...

- ¡Esto es inútil!, decía. - Estoy trabajando para nada.

Sin embargo seguía cavando. Así pasaron los meses y de aquel pozo seguía sin brotar una sola gota de agua.

- ¡Dios mío! - exclamó, - ¡me estoy dejando las manos en este pozo!

El hombre se detuvo y lloró amargamente. El anciano volvió a pasar por allí y encontró de nuevo a nuestro hombre, abatido y sin esperanza.

- ¿Qué te ocurre? ¿Has encontrado ya el agua?, le dijo el anciano.

- No, respondió aquél. - Llevo casi un año ahondando en ese pozo pero todo mi esfuerzo ha sido en vano. Este es un terreno árido y seco.

Tras escucharle con atención, el anciano apoyó su mano en el hombro derecho de aquel hombre mientras le decía: - Si de verdad quieres encontrar agua, sigue cavando ese pozo. El anciano prosiguió su andadura hasta que se alejó definitivamente.

Al día siguiente, nuestro hombre volvió de nuevo al pozo y siguió cavando. El pozo era ya muy profundo. Al poco rato, el agua comenzó a manar abundantemente del suelo ante los ojos atónitos del hombre.

Así es la vida. Así somos los seres humanos. Buscamos agua porque tenemos sed; nuestra alma está sedienta de vida, pero nos cansamos muy pronto de ahondar en nuestro pozo. Picoteamos aquí y allá pero no profundizamos lo suficiente. Perdemos la fe y la esperanza sin saber que, un poco más abajo, está la fuente de la vida. Se halla en nuestro interior.

Somos nosotros mismos. Tan solo hace falta persistir en la búsqueda y levantarse de nuevo tras una caída. El agua puede estar muy cerca pero si abandonamos el pozo y comenzamos a buscar el agua en otro lado, quizá nunca la encontremos.


Autor: Anónimo



Para ser perseverante hay que tener una meta clara, basada en nosotros mismos y que sea realista, sólo entonces se alcanzará el éxito.

Si algo te distorsiona en tu camino, redúcelo afrontándolo para evitar y eliminar obstáculos, dificultades y desmotivaciones.



Mira Con El Corazón (694)

18 octubre 2010

En tu corazón, sabes perfectamente qué está bien y qué está mal. Sabes qué es lo que, en última instancia, te ayudará a progresar y qué te hará quedarte estancado donde estás.

Aunque puedas ser muy bueno racionalizando en contra de una determinada verdad, ésta finalmente se hace evidente. Aunque algunos puedan ser muy hábiles intentando desorientarte, tú sabes muy bien qué es lo mejor para tu vida.

Marcha de la mano con tu corazón. Escucha tu voz interior, esa que tiene el mayor de los sentidos y que, mirando retrospectivamente, casi siempre tiene razón. En un mundo en que el engaño es, demasiado a menudo, tan sólo una estrategia más, desarrolla la costumbre de descubrir la verdad con tu corazón y no tan sólo con tus ojos.

No importa quiénes quieran sacar partido de ello, el hecho es que quien ha conseguido llegar hasta donde ahora te encuentras eres tú.

Y eres tú la persona mejor preparada para llevarte a ti mismo en la mejor dirección hacia el futuro. El valor de tu experiencia de vida no está sólo en tu mente.

Está enclavada en tu corazón. Observa el mundo con todo lo bueno que tienes contigo, y podrás verlo con centelleante claridad.


Autor: Anónimo



Sigue a tu corazón, que no se equivoca pero piensa con la cabeza que es más analítica y evita errores pasajeros.

Escucha a tu corazón, con todo lo bueno que tienes y te guiará a grandes momentos importantes e inolvidables que están por llegar.


Siempre Habrá Un Mañana (693)

15 octubre 2010

El fracaso nos derrumba. Se nos oscurece la vida y se nos pierde el camino. Cuando nos muerde el dolor olvidamos toda la dicha vivida y nos parece que ya nunca podremos sonreír.

La traición de los que creíamos más fieles nos hace desilusionarnos de la amistad y caer en la duda. La calumnia nos hace sentirnos como niños indefensos que cierran los ojos ante la amenaza y se encogen hasta la estatura del polvo.

Es como en las noches de insomnio en que parece que nunca llegará la madrugada.

Es así. Lo sabemos por experiencia.

Y es cuando necesitamos regar con nuestras lágrimas la esperanza que en nuestro jardín ha de ser siempre la última flor que se marchita. Porque no hay noche tan larga capaz de detener un día nuevo. Ni "Hay mal que dure cien años".

Es bueno pensar cuando llueve que esa tristeza fecundará la tierra para la primavera.

Recordar que una salud radiante importa más que el tajo doloroso de un bisturí.

Cuando alguien nos insulta cobardemente y nos apedrea el huerto frutal corremos el riesgo de olvidar que ese árbol volverá a florecer y a dar su fruto sin cansarse de dar.

A media noche la pena y la derrota.

Cuando atardece la desilusión.

Cuando se nos muere la risa como el sol.

Cuando se nos apagan una llama que hemos cuidado tanto para alumbrarnos en las tiniebla inevitables, es consolador y entusiasmarte recordar que: Siempre hay un mañana.


Autor: Anónimo



Todos tenemos un futuro, un mañana nuevo. Las cosas pueden cambiar y podemos cambiarlas, no es en vano nuestro esfuerzo y voluntad diaria.

Es necesario vivir el hoy intensamente, seguir luchando y aprovechar las oportunidades para que llegue el cambio.



Si Lo Amas, Déjalo Ir (692)

11 octubre 2010

Les voy a contar algo que a mi me sucedió, probablemente algunas personas se sientan identificadas con mi historia, todo empezó cuando anduve con el que era mi "mejor amigo", porque era algo con lo que yo soñaba, anhelaba que él me pudiera ver más que como su amiga, fue mi sueño hecho realidad, yo confiaba en él y creía conocerlo, por lo mismo podía estar segura que él jamás me lastimaría, pero lo hizo, me engañó con una de mis mejores amigas y pues con todo el dolor de mi corazón le dije adiós.

Más tarde, las cosas con ella no andaban del todo bien por una discusión que tuvieron y solo me bastó que él me mirara a los ojos y me dijera "es que yo la amo", para que yo inmediatamente y sin pensarlo hablara con ella y me eché toda la culpa a mi.

A la fecha, ellos siguen de novios y aunque no voy a negarles que si me duele verlos juntos, el simple hecho de pensar que soy parte de su felicidad, que gracias a mi él está bien, eso es lo que me alienta a soportarlo y la esperanza nunca muere y aún tengo la esperanza de que él decida volver conmigo, yo se que está mal pero esa esperanza es la que me hace levantarme cada mañana.

Si lo amas tienes que dejarlo ir, no te aferres a algo que simplemente ya no puede ser, no te mientas a ti misma y abre los ojos a la realidad, porque aunque a veces una está tan decidida a vivir en ese mundo que tú misma te has creado, al final de cuentas en algún momento tienes que abrir los ojos y es mucho peor ver que todo en lo que tú creías era mentira.

Así que aunque la realidad es dura, siempre recuerda que de las malas experiencias se aprende más que de las buenas y es una tontería no querer experimentar cosas nuevas por miedo a que te pase lo que te pasó antes, porque entonces nunca encontrarás a tu otra mitad, porque jamás la habrás buscado.

Lo más difícil es ver a la persona que amas amando a alguien más, es tenerlo a tu lado y saber que jamás podrá ser tuyo, pero es muy grato el que a veces sin que te des cuenta muestras una sonrisa sincera al ver que él está siendo feliz. No hay que dejarse caer por estas cosas, hay que saber perdonar y nunca olviden que no es importante las veces que caigamos, lo verdaderamente importante es las veces que nos levantemos, la vida sigue y si esa persona a la que tú amas está disfrutando la vida al máximo, lo que tenemos que hacer es tratar de hacer lo mismo.


Autor: Anónimo



Olvidar, perdonar y decir adiós cuando no se puede, ni se debe luchar más porque esa persona que amas está disfrutando su vida al máximo lejos de ti. Es hora de tratar de hacer lo mismo.

Sufrimiento (626)

30 abril 2010

Es posible que nada te cause tantos sufrimientos como tu miedo a sufrir.

Por temor a sufrir tu soledad, sufres el tormento de una mala compañía.

Por temor a sufrir el corte de una relación, sufres por años el infierno de una mala pareja.

Por temor a sufrir el peso de las responsabilidades del adulto, sufres de por vida el pesar de obrar como un niño inválido.

Por temor a sufrir a causa de tus errores, sufres las consecuencias del terrible error de no comprometerse ni jugarse nunca.

Por temor a sufrir el rechazo de los otros, sufres en tu soledad y tu aislamiento sin salir nunca hacia su encuentro.

Por temor a sufrir el que alguien no te quiera, sufres por comportarte tan huidizo o posesivamente, que logras que todos huyan y te dejen solo.

Por temor a sufrir una relación sexual no bien lograda, sufres por años la castración de una impotencia impuesta.

Por temor a sufrir en el infierno, sufres un infierno anticipado impidiéndote vivir en plenitud y libertad.

Por temor a sufrir el fracasar en tu empresa, sufres el terrible fracaso de no emprender ninguna.

Por temor a sufrir el verte sin dinero, sufres por no disfrutar del dinero que hoy tienes.

Por temor de sufrir porque tu hijo de un mal paso, sufres la pena de verlo sobreprotegido e inmaduro, incapaz de dar un paso.

Por temor a sufrir la pérdida del hijo cuando crece, sufres por verlo a tu lado fracasado.

Por temor a sufrir la despedida de tus muertos, sufres el dolor interminable de las muertes no aceptadas.

El temor sano al sufrimiento es una señal de alarma que suena a tiempo para que evites el dolor innecesario, el temor enfermo al sufrimiento es una alarma que suena siempre, te impide vivir y te causa sufrimientos evitables.


Autor: Anónimo



El miedo forma parte del instinto de supervivencia. Nos ocupa la mente, crecen temores fundados e infundados, limita la voluntad e incluso la propia libertad, evitando avanzar y ser felices pero nos olvidamos que es algo que todavía no ha sucedido. Hay que superar ese sufrimiento que no es más que un obstáculo más en el camino.

Vale La Pena (546)

29 octubre 2009

Hay momentos que sentimos que todo esta mal, que nuestras vidas se hunden en un abismo tan profundo, que no se alcanza a ver ni un pequeño resquicio por el que pase la luz.

En esos momentos debemos de tomar todo nuestro amor, nuestro coraje, nuestros sentimientos, nuestra fuerza y luchar por salir adelante.

Muchas veces nos hemos preguntado si vale la pena levantarnos de nuevo y solo puedo contestar una cosa: hagamos que nuestra vida valga la pena.

Vale la pena sufrir porque he aprendido a amar con todo el corazón.

Vale la pena estar en la oscuridad y caer hasta lo más profundo porque ya no puedo ir más hacia abajo, de ahi en adelante todo va a ser hacia arriba hasta que vea la luz.

Vale la pena entregar todo porque cada sonrisa y lágrima son sinceras.

Vale la pena agachar la cabeza y bajar las manos porque al levantarlas seré más fuerte de corazón.

Vale la pena una lágrima porque es el filtro de mis sentimientos, a través de ella me reconozco frágil y me muestro tal cual soy.

Vale la pena cometer errores porque me da mayor experiencia y objetividad.

Vale la pena volver a levantar la cabeza porque una sola mirada puede llenar ese espacio vacío.

Vale la pena volver a sonreír porque eso demuestra que he aprendido algo más.

Vale la pena acordarme de todas las cosas malas que me han pasado porque ellas forjaron lo que soy el día de hoy.

Vale la pena voltear hacia atrás porque así se que he dejado huella en los demás.

Vale la pena vivir porque cada minuto que pasa es una oportunidad de volver a empezar.

Todo esto son solo palabras, letras entrelazadas con el único fin de dar una idea. Lo demás, depende de cada uno de nosotros.

Dejemos que nuestras acciones hablen por nosotros.

Hagamos que nuestra vida valga la pena.


Autor: Anónimo



En las lecciones que nos da la vida, no hay que tener miedo al fracaso, sino a la apatía. Nosotros somos la razón de vivir, que mejor razón.

Algo Te Espera (534)

17 octubre 2009

Cuando el camino se hace cuesta arriba, NO LO DEJES.

Cuando las cosas andan mal - como a veces sucede - NO ABANDONES.

Cuando no consigas resultados y se sumen los problemas, NO TE RINDAS.

Cuando quieras sonreír y sólo puedas suspirar NO TE CAIGAS.

Cuando la suerte, te sea adversa, y no encuentres fuerzas para seguir NO RENUNCIES.

Cuando no encuentres compañeros de lucha, NO TE APURES.

Hay manos que sostienen las tuyas! Cree y siente en cada minuto de tu vida, deja que tu alma "vuele libre" por los jardines hermosos de la confianza en algo superior que llega donde nuestra visión no puede alcanzar, pero sí nuestro corazón puede sentir.

Tu alma desea estar libre para darte fuerza y estímulo! INTENTA!

Cierra los ojos por algunos minutos y deja tus pensamientos volar por sitios de amor.

No podemos cambiar el mundo, ni quitar todo el dolor de la tierra, ni tener ya resueltos todos nuestros problemas pero podemos a cada minuto mirar con ojos del amor a cada cosa.

Si pensamos que todo es pasajero, miraremos con cariño lo negativo que te encamina a la elevación y perfección y luego observaremos con felicidad el cambio del mal en bien, de tristezas en alegrías.

Lo que hoy nos hace sonreír fueron las cosas que nos hicieron llorar ayer.

Nuestras faltas de hoy también son las alegrías de mañana.

Las personas se van, los amores se pierden en el tiempo, los problemas se solucionan, hasta el mismo sol se va cada noche para renacer al día siguiente... no te quedes en el medio del camino porque allá... ¡Algo te espera!


Autor: Anónimo



Si lo dejas, abandonas, te rindes, te caes, renuncias o te apuras, necesitarás de tu gente para avanzar, no importa la negatividad que tengas alrededor.

Inténtalo!! a veces se está cerca del final del camino y forma parte del camino sufrir y llorar.

El Impulso Vital (521)

04 octubre 2009

Tus ojos ven aquello que tu mente proyecta porque los pensamientos son como imanes: atraen situaciones de la vida.

Es así como inventas tu camino: a medida que avanzas en él.

Y en el camino están los otros, las personas, la gente, el resto del mundo, en fin, los humanos como tú. Es con estos seres que orquestas tu emotividad estableciendo un complejo sistema de trueque afectivo donde dar y tomar no es siempre claro y transparente.

Observa con atención este engranaje: aquella persona con la cual tienes cuentas pendientes se presentará una y otra vez delante tuyo. Quizás lo hará con otro rostro, con otro nombre, en otra ciudad, pero ese íntimo conflicto resurgirá cíclicamente en ti, eres tú quién lo atrae. Porque funcionas como un imán de los afectos, por eso tienes la sensación de ser al mismo tiempo prisionero y verdugo, por esto te enamoras siempre del mismo tipo de personas y te ahogas en los mismos problemas.

Esto funciona por una razón fundamental: no está ahí para castigarte sino para darte otra oportunidad.

Sí, todo conflicto desea ser resuelto, éste es el motivo de su obstinada existencia. Por eso, aunque tu marcha te lleve allá o aquí, tu mundo interno te seguirá como una sombra fiel. Enfréntalo y supera aquello que detiene tus pasos. Si no... ¿Por qué razón te propones avanzar?
Tus batallas privadas no son casualidades: lo que se opone a tu marcha, aquellos que consideras enemigos, aquello que llamas el mal, se manifiesta ante ti con mil disfraces, pero con un único origen.

Crecerás cuando venzas tus miedos personales, cuando arranques de una vez y para siempre las raíces de tu sufrimiento.

Ahora escucha esta buena noticia: tus conflictos tienen la clave para su resolución. Sí, tus íntimos huracanes desean mutar en suave brisa de primavera, ya que existe en todas las almas un punto fijo, un eje, un impulso que alienta la marcha.

Es como un soplo, una intención de tu ser profundo que actúa defendiendo su derecho a la vida. Es eso cuyas manos invisibles te alzan cada vez que caes, aquello cuyo aliento nutre la llama de la esperanza aunque el camino se deshaga a tus pies. Reconócelo y apóyate en él.
Te digo que cuando seas capaz de quitarle la máscara a ese personaje que proyectas al mundo, a eso que dice ser tú, podrás ver aquello que entorpecía tu andar, llenaba de humo tus ojos y de amargura tu corazón.

Entonces algo sucederá, ya que la pulsación de la vida es contagiosa: si vences ese combate, te será devuelta toda la fuerza que creías perdida, algo se romperá dentro tuyo, como un río de energía que desborda y te inunda, como una peste sana que se desparrama y te contagia, como un viento de liberación que llena tus pulmones; sentirás la fuerza de la vida circular sin trabas en ti.

Amor, dicen algunos.

Unidad, dicen otros.

Conciencia cósmica, armonía, éxtasis... llámalo como quieras. Lo cierto es que desde ese momento nada será igual que antes.

Tu pasado es inmutable: aquello que fue, fue.

Pero si logras cambiar tu mirada del pasado, tu comprensión de lo que sucedió, entonces tu pasado cambia, aquello que llamas realidad podrá tomar otro aspecto y el día será distinto.

Aunque tu boca no lo sepa explicar, en ti se hará presente aquello que sabe a la perfección cuál es tu meta y también el trazado de la marcha. Y no tienen nada que ver con la muerte: ese impulso supera la muerte y justifica tu vida.


Autor: Anónimo



Somos prisioneros de nuestros propios afectos y miedos durante toda nuestra vida, son exclusivos nuestros. Ten presente que en cualquier conflicto tienes también las claves para solucionarlo. Afronta e identifica cada uno de tus conflictos sin máscaras o no podrás huir de ser tu propio prisionero y verdugo.

El Amor A Su Tiempo (519)

02 octubre 2009

Si tú te encuentras enamorado de una persona que no está enamorada de ti... no te reproches a ti mismo. No hay nada de malo contigo, sino que el amor no eligió descansar en el corazón de la otra persona.

Si encuentras a alguien que esta enamorado de ti, y tú no lo amas, siéntete honrado de que el amor vino y tocó a su puerta, pero dulcemente rechaza el regalo que no puedes devolver.

Si tú te enamoras de alguien y esta persona se enamora de ti también y el amor elige irse, no intentes reclamarlo o culparlo. Déjalo ir. Hay una razón y un significado. Tú lo sabrás a su tiempo.

Recuerda que tú no eliges al amor. EL AMOR TE ELIGE A TI.

Todo lo que puedes hacer realmente es aceptarlo, por todo su misterio, cuando entra a tu vida. Siente como él te llena hasta derramarse y entonces encuentra la manera de compartirlo.

Dalo a la persona que lo hizo nacer en tu vida.

Dalo a otros que sean pobres de espíritu.

Dalo alrededor del mundo, en todas las formas que puedas.

Es entonces que muchos que aman cometen un error, porque habiendo estado mucho tiempo sin amar, entienden el amor como únicamente una necesidad.

Ellos ven sus corazones como un lugar vacío que necesita ser llenado con el amor y empiezan a ver el amor como si fuera algo que fluye para ellos en lugar de fluir desde ellos.

Acuérdate de eso y mantenlo en tu corazón: el amor tiene su propio tiempo, sus propias estaciones, y sus propias razones para ir y venir.

Tú no lo puedes sobornar, coaccionar, motivar o insistir para que se quede.

Tú solo puedes abrazarlo cuando él llega y repartirlo con los otros cuando el venga hasta ti.

Pero si él elige dejar tu corazón, o el corazón de aquel a quien tú amas, no hay nada que puedas hacer  y no hay nada que debas hacer.

El amor es y siempre será un misterio. Alégrate de que él haya entrado a tu vida en algún momento.

Si tú mantienes tu corazón abierto, él vendrá de nuevo a ti.

El error es la única oportunidad de comenzar de nuevo de manera más inteligente.

Autor: Anónimo

El Milagro De La Vida (516)

29 septiembre 2009

Sólo entendemos el "milagro de la vida" cuando dejamos que suceda lo inesperado.

Todos los días Dios nos da, junto con el sol, un momento en el que es posible cambiar todo lo que nos hizo "infelices".

Todos los días tratamos de fingir que no percibimos ese momento, que ese momento no existe, que hoy es igual que ayer y será igual que mañana.

Pero quién presta atención a su día, descubre el "instante mágico", puede estar escondido en cualquier parte.

Ese momento existe: Un momento en el que toda la fuerza de las estrellas pasa a través de nosotros y nos permite hacer milagros.

La "felicidad" es a veces una bendición, pero por lo general es una "conquista".

El instante mágico del día nos ayuda a cambiar, nos hace ir en busca de nuestros sueños.

Vamos a sufrir, vamos a tener momentos difíciles, vamos a afrontar muchas desilusiones . . . pero todo es pasajero, y no deja marcas.

Y en el futuro podemos mirar hacia atrás con orgullo y fe.

Pobre del que tiene miedo a correr riesgos.

Porque ese quizás no se decepcione nunca, ni tenga desilusiones, no sufra como los que persiguen un sueño.

Pero al mirar hacia atrás - porque siempre miramos hacia atrás- oirá que el corazón le dice: ¿Qué hiciste con los milagros que Dios sembró en tus días? Los enterraste en el fondo de una cueva porque tenías miedo a perderlos, entonces es tu herencia: La certeza de que has desperdiciado tu vida.

QUE NUNCA NOS TENGAMOS QUE RECLAMAR A NOSOTROS MISMOS,
EL NO HABER SIDO FELICES POR TEMOR A SUFRIR...

NO ESCONDAMOS NUESTROS DONES, NO TIENEN SENTIDO
SI NO LOS DAMOS A LOS DEMÁS...

NO TEMAMOS AL DOLOR NI A LA DESILUSIÓN... ELLOS NOS DICEN QUE HEMOS SIDO FELICES, QUE HEMOS HECHO UNA CONQUISTA... QUE HEMOS AMADO Y HEMOS VIVIDO EL MILAGRO DE LA VIDA...:

¡MUCHOS DÍAS DE ILUSIONES Y ESPERANZAS LLENAS DE SOL,
LUZ Y MOMENTOS DE FELICIDAD!


Autor: Paulo Coelho



Vive con intensidad el día a día, a tu manera, arriesga para cumplir tus sueños, asume los momentos difíciles y desilusiones porque la felicidad se basa en la entrega, en la conquista, en la ilusión, en la esperanza... sin exponerse no se percibe la felicidad.

En Ocasiones (510)

22 septiembre 2009

En ocasiones, todo nos parece carente de recursos.

En ocasiones, el reloj no se detiene o corre despacio.

En ocasiones, nos resulta la vida aburrida.

En ocasiones, todo lo vemos y sentimos en plan negativo.

En ocasiones, algo nos azota y hace encontrarnos mal.

En ocasiones, el día nos parece noche.

En ocasiones, los detalles parecen olvidados.

En ocasiones, nos sentimos tristes y solos sin más.

En ocasiones, alguien parece traicionarnos.

En estos casos, me gustaría transmitirte que pese a todo, la vida es preciosa, que el sol alumbra cada día.

Y eso que hoy te resulta penoso, mañana lo verás mejor, pues, cada noche, una estrella te acompaña y está contigo.

Pero, particularmente, me encantaría decirte: Cuando te suceda esto cuando las fuerzas te empiecen a flaquear, CONFÍA... alguien estará ahí para tenderte una mano.

Cuando las nubes no te dejen ver la claridad del sol, APÁRTALAS... pues, de otra forma, no lograrás ver las estrellas sino la oscuridad de la noche.

Cuando no puedas dormir cada noche SUEÑA... solo se cumplen aquellos de quienes los tienen.

Cuando alguien te falle sin más, NO TE DETENGAS... nunca perderás tú, sino él, la vida se encargará de recordárselo.

Cuando tengas un buen amigo CONSÉRVALO... es el mejor regalo, la mayor fortuna que puedes tener, ya que éste, jamás te fallará.

Y no olvides, cada día al levantarte dar gracias por lo que tienes, no por lo que se quedó atrás.

Solo de esta forma, podrás lograr esa paz interior tan deseada, la tuya, y lo que es mejor, la de los tuyos.


Autor: Anónimo



No me digas que grande es tu problema y dile a tu problema, lo grande que eres tú.

El Arte de Morir (437)

12 julio 2009

Se deja de vivir, cuando no se tiene ninguna ilusión, ó algún propósito en la vida.

Se deja de vivir cuando solamente se flota en los eventos del día, sin tener la capacidad o la fuerza para enfrentar lo que se vive aquí y ahora.

Se deja de vivir cuando no se puede ya elegir ningún camino, porque ya ninguno es suficientemente bueno.

Se ha dejado de vivir, cuando se califica de absurdo cualquier intento, cualquier acción, por temor a que resulte parecida a lo que ya nos es, bastante conocido.
Se ha dejado de vivir, cuando da lo mismo hacer una cosa que otra, porque el resultado será siempre "LA SOLEDAD".

Se ha dejado de vivir, cuando se da mas importancia a recordar lo realizado, en vez de ponernos a planear lo que aún nos queda por hacer, lo que nos espera por delante, aún en el ocaso de nuestras vidas.

Se ha dejado de vivir, cuando del amor, solo se busca la comodidad y la satisfacción propia, en vez de la pasión urgente de darse con valor y hasta de aprender a recibir.
Se ha dejado de vivir, cuando se ha perdido cualquier esperanza, cuando ya no funcionamos en el terreno social, emocional y hasta sentimental, cuando nos falta "esa razón básica para seguir viviendo".

Nada es más triste que vernos arrastrándonos por la vida, sólo con la fuerza del alma, cuando a nuestro pesado y cansado cuerpo, ya no le interesa ni siquiera moverse por éste mundo donde hemos encontrado tantas vicisitudes.

Pero la tragedia mayor es, ver a nuestra alma sin fuerza, con una gran anemia espiritual, pero con enormes deseos de mover nuestro cuerpo.

En ese preciso momento, es cuando descubrimos que la muerte está ya cerca de nosotros y debemos empezar a prepararnos, finiquitando nuestros "asuntos terrenales" para hacer de la muerte, un tránsito fácil para nosotros y para nuestros compañeros de vida.

Quizá es ésta, nuestra única fortuna... El saber que la muerte se acerca y que estamos viviendo en la hora de empezar a arreglar aquí y ahora nuestros asuntos, para regresar tranquilos y en paz, a nuestro verdadero hogar.


Autor: Anónimo



Nadie debería sentirse muerto en vida ¿qué no somos capaces de hacer ó no queremos hacer para llegar a sentirnos así?... a unos se les arranca la vida de las manos y, otros no la valoran, deseando ser aliviados con la muerte.

Uno tiene y convive con lo que ha construido a lo largo de los años... si no te gusta lo que tienes y como convives, vuelve a reconstruir. Si no puedes solo, pide ayuda y consejo una y otra vez, todas las veces que necesites. Más grande, más pequeño... no importa, es tu vida y siempre podrás alzarla y cimentarla pero, nadie podrá hacerlo por tí. También preserva tu construcción, no existe edificio lo suficiente fuerte que pueda librarse de un desplome.

A Todos Nos Debería Llegar Una Carta (435)

10 julio 2009

No sé en qué parte del mundo estarás, ni siquiera sé si existes. Pero me ilusiona pensar que alguien abrirá en algún momento su computadora y llegará hasta allí esta carta. La leerá y sabrá que ha sido escrita para: Hombre o Mujer, joven o viejo... ¿qué más da?

Escribo estas líneas para una persona que sepa lo que es sentirse sol@.

Esta carta es para alguien que necesite un abrazo o tenga miedo. Una persona que alguna mañana haya visto claras sus equivocaciones y sus consecuencias. Alguien que en el deseo de ser de otra manera tropieza siempre en la misma piedra, esa que nos sorprende porque forma parte de lo que realmente somos, aunque aún no lo sospechamos.

Escribo para quien frecuentemente se descubre emocionado, con el corazón girando como un molinillo de deseos pero sin reconocer de dónde proviene tal viento ilusionado.

Alguien así entenderá que algunos días el mundo queda muy bajito y otros aprisionan con su sombra, sabrá comprender también los días pesados y plomizos en que nos encontramos varados, sin dirección ni rumbo y necesitamos que alguien a nuestro lado agarre el timón. Se reconocerá en ese esfuerzo de remar, remar y remar hasta que de nuevo aparezca tierra en el horizonte.

Esta carta es para los que sienten todo eso y mucho más pero no se atreven a dejar oír esos ritmos del alma en samba.

Verás, amigo o amiga, persona aún desconocida, estaba pensando cuan hermoso sería que a todo el mundo, otra persona le hubiera escrito una carta o dedicado una poesía, inspirada en ella, creada por su sola existencia.

Y que todas las gentes hubieran sentido que algún otro ser las recordaba con afecto, y no por lo más hermoso que hubieran mostrado, sino aún habiendo enseñado el monstruo que también albergan.

La razón de esta carta eres tú.

Ya no serás uno de aquellos a los que se refiere este siguiente refrán:
"NADIE ES MÁS SOLITARIO QUE AQUEL QUE NUNCA HA RECIBIDO UNA CARTA"


Autor: Anónimo



En momentos en los que uno se encuentra realmente solo, te servirá de bálsamo recordar emociones de tu familia, amigos y amores.

Son tus vivencias y experiencias... te faltan muchas vivencias más que experimentar y que experimentaras. Serena con ellos tu situación actual y por la satisfacción que te produzcan, encamina tu vida hacia esa trayectoria. Todo lo realista se puede lograr si la actitud acompaña.

Problemas (425)

30 junio 2009

• Un problema a los 5 años puede ser que mamá no te compre un juguete.
• Un problema a los 9 años puede ser que se te desinfle la pelota.
• Un problema a los 15 años puede ser reprobar un examen.
• Un problema a los 20 años puede ser que el muchacho que te guste, no guste de ti.
• Un problema a los 30 años puede ser la gripe de tu bebé.
• Un problema a los 40 años puede ser quedarte sin trabajo.
• Un problema a los 60 años puede ser tener a los hijos lejos.
• Un problema a los 80 años puede ser una enfermedad.

En cada etapa de nuestra vida podemos vivir los problemas dramáticamente.

Sin embargo... ¿Qué tamaño tienen esos problemas, si los miras a la distancia?

Algunos casi desaparecen

¿Hacía falta preocuparse tanto?

¿Hacía falta quedarse sin dormir?

¿Hacía falta hacerlos tan importante?

¿Cómo hubiera sido un comportamiento más efectivo?

La preocupación no vacía el mañana de problemas; vacía el hoy de su fuerza.

Observa con cuidado los grandes problemas, pues disfrazan las grandes oportunidades.

La palabra problema no solo tiene una connotación negativa, sino que hace referencia a algo que ocurre y está afuera de nosotros. Pareciera que no tenemos nada que ver con ellos. Simplemente suceden...

Sin embargo, otra mirada podría ser verlos desde nuestra posición de responsabilidad.

¿Qué hice yo para que se desinfle la pelota?

¿Qué hice yo para reprobar el examen?

¿Qué puedo hacer yo para atraer al muchacho?, o ¿Para qué interpreto que eso es malo?

Cuando volvemos la mirada hacia el observador que somos, podemos ver que el "problema" deja de vivir afuera para pasar a existir en nuestra interpretación.

Ver lo que te sucede como un problema es sólo ver una parte de lo que te pasa.

La otra parte sería poder ver la posibilidad que se te revela, y el desafío de encontrar el aprendizaje en esta oportunidad.

Cambiando nuestra mirada se abren para nosotros posibilidades que antes no existían:

• Cambiar la interpretación por otra que nos sirva.
• Observar de qué manera podemos hacernos cargo de lo que ocurrió.
• Considerar qué vamos a hacer en el futuro con eso.

Algunas veces ocurren hechos que no pueden ser reinterpretados, los observamos como negativos... ¿Pero cuánto tiempo nos vamos a quedar en esa emocionalidad?, o
¿Qué vamos a hacer a partir de eso?

Es una elección que nos pertenece y nos da poder.

La felicidad no es la ausencia de problemas, sino la habilidad de salir adelante con ellos.

Podemos ver alguna relación entre la forma de interpretar los problemas y la manera de lograr objetivos:

• El perdedor se siente parte del problema, el ganador siente que es parte de la solución.
• El perdedor ve un problema en cada solución, el ganador ve una solución en cada problema.

La vieja formulación de los problemas suele dejar un solo curso de acción, que es el de resolverlo, mientras que la nueva postura se inclina más por reformularlos que por resolverlos. Si cambiamos la interpretación que lo constituye podemos estar frente a una oportunidad.

Sostenemos que muchos de los "problemas" que vivimos a diario se disuelven como tales o se convierten en oportunidad de aprendizaje si variamos el juicio y la interpretación que los sostiene.


Autor: Anónimo



No todos los contratiempos son un problema, aprende a diferenciarlos.

Estudia los motivos y circunstancias que han dado pie al problema.
Estudia las consecuencias que generó el problema.
Estudia la manera de corregir el problema y evitar que se vuelva a producir.
Si no te ves competente, busca ayuda personal y/o profesional.

Tómate tu tiempo para cada conflicto... si tú eres parte del problema, tú eres parte de la solución.

Diálogo Con El Silencio (394)

30 mayo 2009

Cuantas veces....
queremos acercarnos a los demás
con actitudes fraternales,
y aunque aparentemente somos aceptados;
ignoramos que nuestros receptores,
no se sienten con la confianza de
estrechar ese lazo...
por esa forma a veces de arrogancia,
que creen visualizar,
por esas palabras reflexivas
que reclaman nuestra presencia
y que son tomadas con imposiciones...
Porque la sensibilidad que nos entregan,
es tan frágil, que si no la cuidamos
involuntariamente la hacemos añicos,
dispersando escépticamente,
lo que pudo ser un diálogo interesante
Cuantas veces, herimos inconscientemente,
por no tener disponibilidad de paciencia,
para analizar el entorno...
sin percibir que está latente
esa indiferencia gélida que nos duele.
Cuantas veces dialogamos con el silencio,
por el desconsuelo de la soledad,
pero somos tan exigentes,
que solo pensamos en nuestros pesares...
sin comprender el dolor de los demás,
a quienes castigamos con esas actitudes
de incompresión...
Porque no entendemos ese lamento
por la lejanía, y no hemos valorado
ese amor que nos brindan...
cuantas veces seguiremos así,
sumergidos en ninguna parte,
apesadumbrados por la soledad,
y el vacío asfixiante que
nos lastima tanto...


Autor: Anónimo

Volar Sobre El Pantano (379)

15 mayo 2009

Si sientes que la vida no tiene sentido, que los problemas te están acabando, memoriza esta parábola:

Un pájaro que vivía resignado en un árbol podrido en medio del pantano, se había acostumbrado a estar ahí, comía gusanos del fango y se hallaba siempre sucio por el pestilente lodo.

Sus alas estaban inutilizadas por el peso de la mugre, hasta que cierto día un gran ventarrón destruyó su guarida; el árbol podrido fue tragado por el cieno y el se dio cuenta de que iba a morir.

En un deseo repentino de salvarse, comenzó a aletear con fuerza para emprender el vuelo, le costó mucho trabajo porque había olvidado cómo volar, pero enfrentó el dolor del entumecimiento hasta que logró levantarse y cruzar el ancho cielo, llegando finalmente a un bosque fértil y hermoso.

Los problemas son como el ventarrón que ha destruido tu guarida y te están obligando a elevar el vuelo o a morir.

Nunca es tarde. No importa lo que se haya vivido, no importa los errores que se hayan cometido, no importa las oportunidades que se hayan dejado pasar, no importa la edad, siempre estamos a tiempo para decir BASTA, para oír el llamado que tenemos de buscar la perfección, para sacudirnos el cieno y volar ALTO y muy lejos del pantano.

Abandona la vía segura y cómoda. Lánzate a la ruta incierta, llena de enigmas e inseguridades y hazlo solitariamente.

La Fe te acompañará y te dirá que camino tomar.


Autor: Anónimo



Aun cuando las cosas no van bien, nos aprisionamos a lo que creemos seguro esperando que el entorno cambie, sin hacer nada por cambiarlo nosotros. Con lo que resulta que al final nos sentimos inseguros.

No importan las dificultades ni los problemas, siempre estamos a tiempo para decir BASTA y comenzar y recomenzar hasta lograr el fin deseado.

Los Siete Pecados Capitales Del Carácter (343)

09 abril 2009

Analice estos siete pecados capitales del carácter y considere de cuál o cuáles se arrepiente.

Los pecados

1 QUERER TENER SIEMPRE LA RAZÓN

Las personas que poseen esta característica siempre tienen miedo a perder en las discusiones con los demás y a veces en medio de su desesperación por ganar y convencer, hasta llegan a argumentar sus puntos de vista con el llanto para así hacerlos más contundentes.

Por lo general ni siquiera escuchan las razones de las otras personas y las califican de mentiras.

Se sienten solos e incomprendidos por el resto de la gente y sus frases más comunes son, "nadie me cree y nadie me entiende".

En la mayoría de los casos, son así porque desde que estaban pequeños les siguieron todos los caprichos.

La única forma de convencerlo de que no siempre tienen la razón es mediante la evidencia, y muchas veces a pesar de tenerla enfrente siguen alegando que sí la tienen.

2 ECHARLE LA CULPA A OTRO

Aquellos que optan por echarle la culpa a los demás de todo lo que pasa, se creen perfectos y piensan que nunca se equivocan con nada.

Por lo general, no son sujetos buenos para realizar trabajos en equipo, pues desconfían de la eficiencia de sus compañeros y piensan que en cualquier momento cometerán errores que lo perjudicarán a ellos también.

Llevan una vida sin compromisos y no son capaces de asumir las responsabilidades que se les delegan. Todo para no correr riesgos.

Por otra parte, siempre creen que se les está acusando de algo, aunque no sea así o aunque ellos sepan que no lo hicieron, ya que por su condición de culpar a los demás sufren de cierto delirio de persecución, y cuando saben que si son responsables de lo sucedido nunca lo aceptan ante los demás.

3 HACERSE SIEMPRE EL MARTIR

Son aquellas personas que buscan que los demás siempre piensen que están mal y que les tengan lástima y sientan compasión por su situación.

Les gusta sufrir y son masoquistas, para que en realidad les crean y les manifiesten algún tipo de afecto.

Estos seres manipulan a la gente a través del llanto y del pesar y siempre están pensando que el resto del mundo es cruel y que se ensañó contra ellos.

Además de que se proyectan como mártires ante la sociedad, inconscientemente también lo hacen con ellos mismos y por eso la mayoría son hipocondríacos, pues necesitan sentir compasión por ellos todo el tiempo.

Por otra parte, creen que son inferiores al resto y como supuestamente siempre les pasa algo malo, buscan que los demás les ayuden en todo y a veces llegan al punto de pedirlo por caridad.

4 PONER UNA EXCUSA PARA TODO

Existen personas que siempre buscan agradarles a los demás y se comprometen con todo, pero como luego no están en capacidad de cumplir, se ven obligados a inventar razones para justificarse y no quedar mal.

Siempre responden que lo intentaron por todos los medios, pero que les fue imposible y buscan la excusa perfecta para quedar como reyes.

Estas personas, se acostumbraron a que desde niños tenían una buena explicación para no que no los reprendieran.

Además son pésimos para aceptar sus errores, pues siempre le encuentran razones para justificarlos.

5 SIEMPRE EN TONO NEGATIVO

La gente que es pesimista por naturaleza, constantemente piensa que todo le va a salir mal... Y así sucede.

No tienen esperanza y no hacen planes para el futuro, ya que no creen que puedan llegar a realizarlos de forma satisfactoria.

Normalmente exageran el realismo y son crueles y castigadores con ellos mismos y con quienes los rodean.

Nunca se ponen metas porque no las ven viables y todo lo que les pasa o lo que tienen es malo por donde lo miren. Pocas veces le reconocen el lado bueno a algo o a alguien. Son seres llamados tóxicos.

Lo que compran o lo que les dan siempre les parece inadecuado o insuficiente.

Llegan a tal punto de criticar que aunque no les parezca malo, se les convierte en un terrible vicio y no son capaces de reconocer cuando algo es bueno o cuando alguien hace las cosas bien.

6 SER INTOLERANTES

Las personas con poca tolerancia se enojan con facilidad y comienzan a sentir que todo el mundo los ofende aunque no sea verdad.

Son muy susceptibles a los comentarios o a las molestias de los demás, aunque se trate de asuntos insignificantes. Son impacientes.

No soportan el fracaso, las equivocaciones o las fallas naturales de los demás.

Son normativos y todo tiene que salir como ellos quieren, porque de lo contrario de enfadan.

Son muy exigentes y esperan que el resto del mundo gire a su alrededor.

Cuando se molestan pueden ser rebeldes y se niegan a colaborar con los demás.

Tienden a guardar rencores por mucho tiempo y no perdonan fácilmente.

Cuando están muy enfadados pueden decir cosas hirientes, aunque verdaderamente no lo sientan.

7 LA DESCONFIANZA ANDA POR AHÍ

Estas personas son paranoicas y sienten que cualquier otro puede ser su enemigo, aunque no lo conozcan.

Por lo general, consideran que todo el mundo tiene malas intenciones y que les hará daño en algún momento.

Desconfían de lo que comen, de lo que compran y cualquier asunto o persona es susceptible de despertar su sospecha.

Tampoco creen en ellos mismos, demuestran inseguridad ante los demás y falta de confianza en lo que pueden hacer.

Les cuesta mucho trabajo enamorarse o mantener por largo tiempo una relación estable. Son celosos y siempre están pensando que su compañero (a) los va a dejar de un momento a otro.

A todo lo que ven le buscan la falla para demostrar que en efecto es malo. Utilizan frases como "de eso tan bueno no dan tanto", "la gente nunca es tan buena", "ya verá lo que pasa" o "yo se los advertí".


Fuente: www.elcolombiano.com



Uno es responsable de su propio carácter que además es difícilmente modificable y éste, persiste a través del tiempo y las situaciones.

Que tu personalidad, esa suma de temperamento y carácter sea siempre provechoso... si crees que no tienes nada que cambiar o mejorar es que no has asimilado correctamente la entrada.

Nunca Subestimes El Poder De Tus Acciones (286)

06 febrero 2009

Un día, cuando era estudiante de secundaria, vi a un compañero de mí clase caminando de regreso a su casa. Se llamaba Joshua.

Iba cargando todos sus libros y pensé: “¿Por qué se estará llevando a su casa todos los libros el viernes? ¡Debe ser un “nerd!”.

Yo ya tenía planes para todo el fin de semana: fiestas y un partido de fútbol con mis amigos el sábado por la tarde, así que me encogí de hombros y seguí mi camino.

Mientras caminaba, vi a un montón de chicos corriendo hacia él, cuando lo alcanzaron, le tiraron todos sus libros y le hicieron una zancadilla que lo tiró al suelo. Ví que sus anteojos volaron y cayeron en el pasto como a tres metros de él. Miró hacia arriba y pude ver una tremenda tristeza en sus ojos. Mi corazón se estremeció, así que corrí hacia él mientras gateaba buscando sus anteojos.

Ví lágrimas en sus ojos. Le acerque a sus manos sus anteojos y le dije, “¡esos chicos son unos tarados, no deberían hacer esto!”. Me miró y me dijo: “¡Hola, gracias!” Había una gran sonrisa en su cara; una de esas sonrisas que mostraban verdadera gratitud. Lo ayudé con sus libros. Vivía cerca de mi casa. Le pregunté por qué no lo había visto antes y me contó que se acababa de cambiar de una escuela privada. Yo nunca había conocido a alguien que fuera a una escuela privada. Caminamos hasta casa. Lo ayudé con sus libros; parecía un buen chico.

Le pregunté si quería jugar al fútbol el sábado, conmigo y mis amigos, y aceptó. Estuvimos juntos todo el fin de semana. Mientras más conocía a Joshua, mejor nos caía, tanto a mí como a mis amigos.

Llegó el lunes por la mañana y ahí estaba Joshua con aquella enorme pila de libros de nuevo. Me paré y le dije:

- “Hola, vas a sacar buenos músculos si cargas todos esos libros todos los días”.

Se rió y me dio la mitad para que le ayudara. Durante los siguientes cuatro años, Joshua y yo nos convertimos en los mejores amigos. Cuando ya estábamos por terminar la secundaria, Joshua decidió ir a la Universidad de Georgetown y yo iría a la de Duke. Sabía que siempre seríamos amigos, que la distancia no sería un problema.

Él estudiaría medicina y yo administración, con una beca de fútbol. Joshua fue el orador de nuestra promoción.

Yo lo cargaba todo el tiempo diciendo que era un “nerd”. Llegó el gran día de la Graduación. Él preparó el discurso. Yo estaba feliz de no ser el que tenía que hablar. Joshua se veía realmente bien. Era uno de esas personas que realmente se había encontrado a sí mismo durante la secundaria, había mejorado en todos los aspectos y se veía bien con sus anteojos. ¡Tenia más citas con chicas que yo y todas lo adoraban! ¡Caramba! Algunas veces hasta me sentía celoso…

Hoy era uno de esos días.

Pude ver que él estaba nervioso por el discurso, así que, le di una palmadita en la espalda y le dije:

- “Vas a ver que estarás genial, amigo”.

Me miró con una de esas miradas (realmente de agradecimiento) y me sonrió.

- “Gracias” me dijo.

Limpió su garganta y comenzó su discurso:

- “La Graduación es un buen momento para dar gracias a todos aquellos que nos han ayudado a través de estos años difíciles: tus padres, tus maestros, tus hermanos, quizás algún entrenador… pero principalmente a tus amigos. Yo estoy aquí para decirles a ustedes, que ser amigo de alguien es el mejor regalo que podemos dar y recibir, y a propósito, les voy a contar una historia.”

Yo miraba a mi amigo incrédulo, cuando comenzó a contar la historia del primer día que nos conocimos. Aquel fin de semana él tenía planeado suicidarse. Habló de como limpió su armario y por qué llevaba todos sus libros con él, para que su mamá no tuviera que ir después a recogerlos a la escuela. Me miraba fijamente y me sonreía.

- “Afortunadamente fui salvado. Mi amigo me salvó de hacer algo irremediable”.

Yo escuchaba con asombro como este apuesto y popular chico contaba a todos ese momento de debilidad. Sus padres también me miraban y me sonreían con esa misma sonrisa de gratitud. Recién en ese momento me di cuenta de lo profundo de sus palabras:

“Nunca subestimes el poder de tus acciones: con un pequeño gesto, puedes cambiar la vida de otra persona, para bien o para mal. “


Autor: Anónimo



El tener siempre unas palabras de aliento para alguien que nos aprecie y que a su vez nos importa es, de obligatorio cumplimiento. Es un error conformarse en dar por hecho que nuestro conocido/a sabe que nos sumamos a su pena y que le apoyamos incondicionalmente. En esos momentos, a veces tan duros, es reconfortante que tengas un gesto para esa persona. En caso contrario estas subestimando su pena y eso es imperdonable.

Conocemos a veces a la gente, pero no sabemos nunca lo que tienen en la cabeza. En cualquier circunstancia, una buena acción, un buen gesto, unas palabras... pueden producir un cambio de actitud en un momento delicado de la vida para alguien que se encuentre desahuciado interiormente. Realmente no llegamos a saber el estado psíquico del desconocido/a, nos basta saber que hicimos y dijimos lo correcto en aquel preciso instante de una manera desinteresada.

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