Mostrando entradas con la etiqueta Autoestima. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Autoestima. Mostrar todas las entradas

Levantar El Vuelo (882)

29 marzo 2012

Abandona tu comodidad, enfrenta tus miedos e inseguridades y sólo así, comenzarás a volar.

Si sientes que la vida no tiene sentido, que los problemas te están acabando, memoriza esta parábola.

"Un pájaro que vivía resignado en un árbol podrido en medio del pantano, se había acostumbrado a estar ahí, comía gusanos del fango y se hallaba siempre sucio por el pestilente lodo.

Sus alas estaban inutilizadas por el peso de la mugre, hasta que cierto día un gran ventarrón destruyó su guarida; el árbol podrido fue tragado por el cieno y el se dio cuenta de que iba a morir.

En un deseo repentino de salvarse, comenzó a aletear con fuerza para emprender el vuelo, le costó mucho trabajo porque había olvidado como volar pero enfrento el dolor del entumecimiento hasta que logró levantarse y cruzar el ancho cielo, llegando finalmente a un bosque fértil y hermoso"

Los problemas son como el ventarrón que ha destruido tu guarida y te están obligando a elevar el vuelo o a morir.

Nunca es tarde. No importa lo que se haya vivido, no importan los errores que se hayan cometido, no importa las oportunidades que se hayan dejado pasar, no importa la edad, siempre estamos a tiempo para decir BASTA, para oír el llamado que tenemos de buscar la perfección, para sacudirnos el cieno y volar ALTO y muy lejos del pantano.

Abandona la vía segura y cómoda. Lánzate a la ruta incierta, llena de enigmas e inseguridades y hazlo solitariamente.


Autor: Anónimo



Ten siempre a mano las riendas de tu vida porque la vida es un camino lleno de obstáculos que sortear. Arriésgate, haz uso de tu fortaleza, todo está en empezar.

Es Posible (707)

03 diciembre 2010

¡Tu imaginación puede transformar tu apariencia física! Imagínate con los ojos chispeantes, el rostro resplandeciente y una personalidad radiante.

Entonces, mantén presente en tu mente esa imagen y te convertirás en esa clase de persona...

La belleza está en la mente, no en la piel. Porque tú eres tan bello, o tan feo, como crees que eres.

Si te imaginas que eres agradable, amistoso, alegre y de personalidad chispeante, tu imaginación te convertirá exactamente en ese tipo de persona.

Comienza hoy a ejercitar esta imaginación positiva. ¡Descubrirás que los músculos de la sonrisa se te fortalecen tanto que tu aspecto facial se transformará realmente!...

Tu vida no es un azar, ni eres tú una víctima de la suerte o del destino.

El éxito no es lo opuesto del fracaso. Un corredor bien puede llegar último, ¡pero si bate su propio récord, es un éxito!

El éxito sólo se mide por lo que uno es, no por lo que tiene. ¡Todos tienen dentro de sí el potencial para esa clase de éxito!...

¡El pensador de posibilidades jamás dice que no a ninguna idea que tenga alguna posibilidad para el bien!...

De todas las personas que viven sobre el planeta Tierra, no hay más que una que tenga el poder, con su voto, de matar tus sueños. ¡Y esa persona eres tú! ¡Y también tienes el poder de un voto vivificante y lleno de esperanzas, que diga que sí a tus sueños!


Autor: Robert Schuller



Tus metas deben ser seguir adelante, sentirte mejor y reforzar tus defensas.

Si crees que puedes, hazlo posible, siempre estamos a tiempo de un nuevo principio.

Es Amor Lo Que Te Falta (705)

26 noviembre 2010

¿Por qué no tienes un aspecto más feliz?

¿Por qué ríes tan poco y por qué te pones nervioso tan fácilmente?

¿Por qué todos los artículos de lujo te dejan, a fin de cuentas, vacío e insatisfecho?

Porque son objetos muertos.

Quizá muy prácticos y valiosos, pero no podrás nunca intercambiar con ellos un gramo de amor.

Es el amor lo que te falta.

Pero el amor no se compra.

Si pagas el amor, ya no es amor.


Autor: Phil Bosmans



Estar solo en la vida sin amor, impide sentir plenitud de una vida completa aunque la felicidad sea un estado de ánimo.

Ámate y acéptate con o sin amor, no te lamentes, proyecta en ti aquello que buscas y necesitas.


Entra A La Vida (703)

19 noviembre 2010

La vida, en sí, es un problema.

Los problemas de todos los días son su vitalidad y su reto. Ahí se trazan la trayectoria, la definición y la victoria, porque siempre habrá problemas y conflictos...

Siempre un destino inevitable y una parte que el hombre deber ser consciente de manejar. Siempre un acierto que nos realice y un error que nos haga fracasar.

Conjugar todo eso no es fácil. Los caminos cambian, el dolor desgasta.

Vivir es batallar o rendirse. Sólo las armas religiosas, morales y espirituales, unidas al manejo de voluntad y esfuerzo, hacen que la raíz no se ablande y la cosecha no se seque.

Lo que importa es la actitud mental junto a la vida.

Hay vidas llenas de dolor que no lucen amargas, y vidas llenas de ventaja que lucen desabridas.

Aunque muchos duden, confía en ti misma.

Ponle rienda a tus pasiones y paciencia a tus logros. Ponle calma a tus reflexiones y fuerza a tus acciones. Ponle peso a tu balanza y poder nivelador a sus agujas.

Ten alerta el pensamiento y en guardia la voluntad. No hagas dominadora tu fantasía, ni inconsciente tu realidad.

No te sientas vencida, y nunca triunfadora del todo. Siempre habrá huecos en tu vida, porque ésta no llega nunca a su total plenitud.

No ataques las corrientes que nazcan en tu corazón. Por pequeñas que parezcan, si les vas ahondando el cauce, puede llegar el día en que se conviertan en potentes manantiales.

Supera a los que puedas, mejora a los que te rodean y no margines a nadie.

No lleves la vida como un libro de entretenimiento y frivolidades, sino como un libro para aprender a meditar.

No vivas evadiendo tu cuota de servicio y de responsabilidad. Todos tenemos culpa y todos tenemos parte en el desastre.

No des tanto tiempo a las disculpas. Mejor busca las causas, elabora la rectificación y toma nuevas decisiones.

No sientas la vida como el palpitar de un dolor, sino como el renacer diario de tu corazón.

Lo que no puede faltar en ninguna vida es el amor, porque es lo único que la hace visible, es lo único que fija posturas, define posiciones, achica el sacrificio y deja un sedimento que suaviza, afianza, perfuma y sostiene.

No te pasees por el mundo: entra a la vida. Pero no rondes por su periferia: ¡métete en su corazón!


Autora: Zenaida Bacardí de Argamasilla
Del libro Con las Alas Abiertas



La vida es batallarse o rendirse en el día a día. Es la actitud mental con la que quieres dar intensidad a tu vida y hacer frente a los aciertos, desaciertos, éxitos y fracasos.


Enseñar (702)

15 noviembre 2010

Una madre llevó a su hijo ante Mahatma Gandhi e imploró:

Por favor, Mahatma, inste a mi hijo a no comer azúcar".

Gandhi, después de una pausa, pidió: "tráigame a su hijo de aquí a dos semanas".

Dos semanas después, ella volvió con el hijo. Gandhi miró bien profundo en los ojos del muchacho y le dijo: "No coma azúcar".

Agradecida, pero perpleja, la mujer preguntó: ¿Por qué me pidió dos semanas? ¡Podía haber dicho lo mismo antes!"

Y Gandhi respondió: "Hace dos semanas atrás, yo estaba comiendo azúcar".


Autor: Paulo Coelho
Del libro “Maktub”



Cuando pretendas enseñar algo a los demás, que sea en la medida en que aquello que digas se corresponda con tu manera de actuar.


Enseñanzas De La Vida (701)

12 noviembre 2010

La vida me enseñó mucho:

a perdonar sin entender porque pasan las cosas,

a amar sin que me amen,

a sentir sin que me sientan,

a tolerar sin que me toleren,

pero no me ha enseñado a sobrellevar la soledad,

a vivir sin una caricia,

sin un abrazo,

a levantarte a la mañana

y no encontrar nadie a tu lado,

a sentirte menos que nada

a querer gritar: estoy aquí, que me oigan,

pero también me ha enseñado

a recordar las cosas bellas,

el amor sublime de una madre,

la mirada tibia de un padre

y el acogimiento de tener simplemente la vida,

que ya es mucho pedir

y sentir que teniéndola

todo aquello que he escrito

puede cambiar algún día,

porque no olvides que amar, sentir, tolerar

y perdonar son parte de la misma.


Autor: Anónimo



Así es la vida, un proceso continuo de momentos, contradicciones, miedos, éxitos y fracasos que hay que asumir. Es demasiado valiosa para desperdiciarla y es injusto utilizarla únicamente para consolar y justificar, cuando algo sale mal.

En Tí Esta La Fuente De La Vida (698)

01 noviembre 2010

Cuentan que un día, un hombre heredó un vasto territorio, yermo y seco, formado por interminables dunas de arena.

Con el fin de sacar algún rendimiento de aquel terreno, decidió buscar agua y así, comenzó a cavar un pozo.

Tras unos días de intensa labor bajo un ardiente sol no manaba ni una sola gota. Contrariado, decidió probar en otro lugar, unos cuantos metros más allá; pero el nuevo pozo también estaba seco. Como era un hombre tenaz siguió intentándolo cavando un pozo tras otro sin obtener ningún resultado.

Un día, abatido, volvía a su casa tras otra jornada de infructuoso trabajo cuando, en un cruce de caminos, halló a un anciano con una gran barba blanca y un cayado con el que se ayudaba a caminar. El anciano, al ver el rostro apesadumbrado de nuestro hombre, se detuvo a su paso y le preguntó:

- ¿Qué te ocurre? ¿Por qué estás tan abatido?

El hombre respondió: - Soy dueño de todo este territorio pero no me sirve de nada pues no tiene agua.

- ¿Por qué no cavas un pozo?, contestó el anciano.

- ¡Un pozo!...!Pero si llevo ya cuarenta y nueve y no he hallado ni una gota de agua!, replicó.

El anciano se sentó sobre una roca, apoyado sobre su cayado y respondió:

- ¡Quizá no has cavado lo suficiente! Elige uno de tus pozos y olvida el resto. Cava en él sin descanso, a todas horas, todos los días. No importa que no brote el agua. No desfallezcas.

Sigue cavando y, cuando creas que ya no te quedan fuerzas, entonces… ¡continúa cavando!

Tras estas palabras, el anciano prosiguió su camino y se alejó.

Nuestro hombre quedó pensativo y se marchó a su casa con el firme propósito de hacer lo que le había dicho el anciano.

Así que, al día siguiente, eligió uno de los pozos y comenzó a cavar donde antes lo había dejado.

Un día, otro día, una semana, otra semana...

- ¡Esto es inútil!, decía. - Estoy trabajando para nada.

Sin embargo seguía cavando. Así pasaron los meses y de aquel pozo seguía sin brotar una sola gota de agua.

- ¡Dios mío! - exclamó, - ¡me estoy dejando las manos en este pozo!

El hombre se detuvo y lloró amargamente. El anciano volvió a pasar por allí y encontró de nuevo a nuestro hombre, abatido y sin esperanza.

- ¿Qué te ocurre? ¿Has encontrado ya el agua?, le dijo el anciano.

- No, respondió aquél. - Llevo casi un año ahondando en ese pozo pero todo mi esfuerzo ha sido en vano. Este es un terreno árido y seco.

Tras escucharle con atención, el anciano apoyó su mano en el hombro derecho de aquel hombre mientras le decía: - Si de verdad quieres encontrar agua, sigue cavando ese pozo. El anciano prosiguió su andadura hasta que se alejó definitivamente.

Al día siguiente, nuestro hombre volvió de nuevo al pozo y siguió cavando. El pozo era ya muy profundo. Al poco rato, el agua comenzó a manar abundantemente del suelo ante los ojos atónitos del hombre.

Así es la vida. Así somos los seres humanos. Buscamos agua porque tenemos sed; nuestra alma está sedienta de vida, pero nos cansamos muy pronto de ahondar en nuestro pozo. Picoteamos aquí y allá pero no profundizamos lo suficiente. Perdemos la fe y la esperanza sin saber que, un poco más abajo, está la fuente de la vida. Se halla en nuestro interior.

Somos nosotros mismos. Tan solo hace falta persistir en la búsqueda y levantarse de nuevo tras una caída. El agua puede estar muy cerca pero si abandonamos el pozo y comenzamos a buscar el agua en otro lado, quizá nunca la encontremos.


Autor: Anónimo



Para ser perseverante hay que tener una meta clara, basada en nosotros mismos y que sea realista, sólo entonces se alcanzará el éxito.

Si algo te distorsiona en tu camino, redúcelo afrontándolo para evitar y eliminar obstáculos, dificultades y desmotivaciones.



Los Sembradores De Calidez (696)

25 octubre 2010

La calidez, la gentileza o la ternura, pueden derretir muros, construir puentes de confianza o crear hermosos paisajes de afecto.

Es sencillo ser cálido y gentil cuando todos a tu alrededor lo son.

Sin embargo ¿Qué tan conciente eres de la importancia de crear estos momentos?

Cuando expresas tu calidez te conviertes en un imán que atrae, que invita, que siembra paz y esperanza en un mundo por lo general duro.

Sin embargo, recuerda, que cuando expresas calidez, tú eres la primera persona que la recibe.

Durante las próximas 24 horas, te invito a convertirte en un sembrador de gentileza y calidez, no solo con los tuyos, sino con cualquier persona que contactes.

Te sugiero hablar con gentileza, sin sarcasmos o críticas. Solo comentarios que ayuden a quienes te rodean a sentirse mejor acerca de si mismos.

Si tienes que criticar a alguien hazlo como si fueras a corregir a tu tía millonaria que te tiene en el testamento.

Te sugiero contacto visual, sonríe a quienes te encuentres, incluidos quienes te sirven. El vigilante, el cajero, el mesero etc. Te invito a actuar en forma serena y calmada. Escucha con atención y valora honestamente lo que te hablan.

Un punto más, no lo hagas por los demás, hazlo primero por ti. Observa cómo te sientes, qué ganas con esta actitud, o cómo reaccionan los demás.

La mejor parte de ti está por expresarse, los mayores rechazos están en tus propias fantasías, no lo hagas esperando nada a cambio, sólo disfrútalo, es una forma segura de sembrar más bienestar en tu propio mundo.


Autor: Anónimo



Ser buenas personas debe ser una práctica fundamental. Sacar ese lado bueno que tenemos y tratar a los demás como nos gustaría que nos tratasen. No cuesta nada ser lo que somos, tan sólo eso.

Mira Con El Corazón (694)

18 octubre 2010

En tu corazón, sabes perfectamente qué está bien y qué está mal. Sabes qué es lo que, en última instancia, te ayudará a progresar y qué te hará quedarte estancado donde estás.

Aunque puedas ser muy bueno racionalizando en contra de una determinada verdad, ésta finalmente se hace evidente. Aunque algunos puedan ser muy hábiles intentando desorientarte, tú sabes muy bien qué es lo mejor para tu vida.

Marcha de la mano con tu corazón. Escucha tu voz interior, esa que tiene el mayor de los sentidos y que, mirando retrospectivamente, casi siempre tiene razón. En un mundo en que el engaño es, demasiado a menudo, tan sólo una estrategia más, desarrolla la costumbre de descubrir la verdad con tu corazón y no tan sólo con tus ojos.

No importa quiénes quieran sacar partido de ello, el hecho es que quien ha conseguido llegar hasta donde ahora te encuentras eres tú.

Y eres tú la persona mejor preparada para llevarte a ti mismo en la mejor dirección hacia el futuro. El valor de tu experiencia de vida no está sólo en tu mente.

Está enclavada en tu corazón. Observa el mundo con todo lo bueno que tienes contigo, y podrás verlo con centelleante claridad.


Autor: Anónimo



Sigue a tu corazón, que no se equivoca pero piensa con la cabeza que es más analítica y evita errores pasajeros.

Escucha a tu corazón, con todo lo bueno que tienes y te guiará a grandes momentos importantes e inolvidables que están por llegar.


Siempre Habrá Un Mañana (693)

15 octubre 2010

El fracaso nos derrumba. Se nos oscurece la vida y se nos pierde el camino. Cuando nos muerde el dolor olvidamos toda la dicha vivida y nos parece que ya nunca podremos sonreír.

La traición de los que creíamos más fieles nos hace desilusionarnos de la amistad y caer en la duda. La calumnia nos hace sentirnos como niños indefensos que cierran los ojos ante la amenaza y se encogen hasta la estatura del polvo.

Es como en las noches de insomnio en que parece que nunca llegará la madrugada.

Es así. Lo sabemos por experiencia.

Y es cuando necesitamos regar con nuestras lágrimas la esperanza que en nuestro jardín ha de ser siempre la última flor que se marchita. Porque no hay noche tan larga capaz de detener un día nuevo. Ni "Hay mal que dure cien años".

Es bueno pensar cuando llueve que esa tristeza fecundará la tierra para la primavera.

Recordar que una salud radiante importa más que el tajo doloroso de un bisturí.

Cuando alguien nos insulta cobardemente y nos apedrea el huerto frutal corremos el riesgo de olvidar que ese árbol volverá a florecer y a dar su fruto sin cansarse de dar.

A media noche la pena y la derrota.

Cuando atardece la desilusión.

Cuando se nos muere la risa como el sol.

Cuando se nos apagan una llama que hemos cuidado tanto para alumbrarnos en las tiniebla inevitables, es consolador y entusiasmarte recordar que: Siempre hay un mañana.


Autor: Anónimo



Todos tenemos un futuro, un mañana nuevo. Las cosas pueden cambiar y podemos cambiarlas, no es en vano nuestro esfuerzo y voluntad diaria.

Es necesario vivir el hoy intensamente, seguir luchando y aprovechar las oportunidades para que llegue el cambio.



Mi Nombre Es Amor (691)

08 octubre 2010

Mi nombre es amor y no tengo sexo, edad ni raza.

Nadie pudo jamás verme ni oírme ni tocarme.

Y sin embargo, todos saben que existo porque alguna vez sintieron mi presencia.

Nací con el hombre y aún ya fui antes, porque el hombre mismo fue producto del amor, o sea, de mi mismo.

Habito en el corazón de los hombres y comparto mi hogar con otros sentimientos como la alegría, la tristeza, la ira y el odio.

No tengo brazos y sin embargo soy tan fuerte que muchos dieron la vida en mi nombre.

No tengo piernas, más sin embargo, puedo unir continentes sin mediar distancias.

Nunca tuve ojos, para que los quiero si sólo me interesa la belleza interior y para verla no los necesito.

No tengo boca y a pesar de ello, los más grandes poetas crearon los versos más hermosos que pronuncian por culpa mía. No tengo oídos, pero soy capaz de escuchar la voz del corazón.

¿Cómo me alimento, podrás preguntarte?

Me gustan las palabras dulces y los gestos cariñosos.

Me encantan las miradas tiernas, el eco de las risas, el valor de la amistad.

Me robustezco cuando me alimento de ilusiones y de fe.

Crezco en el compromiso y la entrega.

Tengo mucho miedo a la ingratitud y a la traición.

El dolor y la pena pueden herirme pero no matarme.

No quisiera conocer la muerte, pero el olvido es capaz de causármela.

¿Qué donde estoy, cómo darse cuenta de qué existo?

Pues bien, fíjate en los ojos de una mujer acariciando la cabeza de su hijo recién nacido, ahí estoy yo.

Mira a tu alrededor las flores, los pájaros, el cielo, las nubes y las estrellas, y me verás a mi porque todos ellos fueron creados por amor.

Contempla el rubor en el rostro de una niña ilusionada al recibir su primer beso, sigo siendo yo.

En el cariño del amigo que te tiende la mano, te comprende, te escucha y te reconforta, allí estoy yo.

En el beso afectuoso de un hijo al despedirse de sus padres, también estoy yo.

En la emoción de un hombre y una mujer uniendo sus cuerpos, estoy yo.

En el recuerdo de la sonrisa dulce de un ser querido que se fue, también estoy yo.

En la ternura de un niño jugando con un animalito y sigo siendo yo.

En lo que me motivó a contarte esto, también estoy yo.

En muchos sitios, a través del tiempo, sin importar las diferencias, estoy yo.

Si quieres buscarme hazlo, pero sabes que solo me encontrarás cuando ya no pienses más en ti mismo, en ese momento se abre tu corazón y me hallarás.


Autor: Anónimo



El amor es intimidad, pasión y compromiso, el núcleo de la vida, de los sentidos y relaciones humanas, sin convencionalismos sociales.

Te Pido Que Me Escuches (690)

04 octubre 2010

Cuando te pido que me escuches y tú empiezas a aconsejarme, no estás haciendo lo que te pido.

Cuando te pido que me escuches y tú empiezas a decirme que yo no debería sentirme así, no estás respetando mis sentimientos.

Cuando te pido que me escuches y tú piensas que debes hacer algo para resolver mi problema, estás decepcionando mis esperanzas:

¡Escúchame!

Todo lo que pido es que me escuches, no que me hables ni que te tomes molestias por mí.

Escúchame, sólo eso.

Es fácil aconsejar, pero yo soy capaz; tal vez me encuentre desanimado y con problemas, pero no soy incapaz.

Cuando haces por mí lo que yo mismo puedo y tengo necesidad de hacer, no estás haciendo otra cosa que atizar mis miedos y mi inseguridad.

Pero cuando aceptas simplemente que lo que siento me pertenece a mí, por muy irracional que sea, entonces no tengo por qué tratar de hacerte comprender más, y tengo que empezar a descubrir lo que hay dentro de mí.


Autor: R. O´Donnell
El mosaico de la misericordia.



Intentemos mejorar, escuchar sin juzgar, sin interrumpir, dejando que se expliquen hasta el final y no solo con los oídos también hay que saber escuchar con la mirada y el corazón.

Frases Para Mejorar La Comunicación Familiar (689)

01 octubre 2010

1. Te Amo: Ningún ser humano puede sentirse realmente feliz hasta escuchar que alguien le diga: "te amo". Atrévete a decirlo a la otra persona, a tu cónyuge, a tus padres, a tus hermanos, a tus hijos, si es que nunca lo has hecho, haz la prueba y verás el resultado.

2. Te Admiro: En la familia, cada miembro tiene alguna cualidad o habilidad que merece reconocimiento: Todos, en algún momento, sentimos la necesidad de que se nos reconozca algún logro o meta alcanzada... ¿Cuándo fue la última vez que le dijiste esto a alguien?

3. ¡Gracias!: Una necesidad básica del ser humano es la de ser apreciado. No hay mejor forma de decir a una persona que es importante lo que hace por nosotros, que expresarle un ¡gracias!, no en forma mecánica, sino con pleno calor humano.

4. Perdóname, me equivoqué: Decir esto no es tan fácil, sin embargo, cuando cometas un error que ofenda o perjudique a otras personas, aprende a decir con madurez: "perdóname, me equivoqué".

5. Ayúdame, te necesito: Cuando no podemos o no queremos admitir o expresar nuestra fragilidad o necesidad de otros, estamos en un grave problema. No te reprimas. Pide ayuda! Que también son muy importantes las palabras.

6. ¡Te escucho... háblame de tí! ¿Cuántas veces le has dicho a algún miembro de tu familia: "A ver, háblame, qué te pasa?". Tal vez muchos problemas y mal entendidos se resolverían si tan sólo escuchásemos lo que nos tratan de decir.

7. Eres especial!!!: Es importante hacerles saber a tus seres queridos, cuanto ellos significan para tí.


Autor: Anónimo



Frases para fortalecer en la vida diaria no solo en la familia, para decírlas y escucharlas, para sentirse querido, apreciado, para entendernos, buscar soluciones y no agrandar los problemas antes de darnos por vencidos y encontrar la tranquilidad en nuestro interior.

Dejemos una buena huella en los otros porque los otros somos también nosotros mismos.

Rompe Tus Cadenas (688)

27 septiembre 2010

Cuando sientas helarse tu alegría ante la sonrisa burlona de otro; cuando veas desfallecer tu corazón ante la desgana de los maliciosos; cuando tu ambición se limite a querer lo que todo el mundo quiere; cuando seas prisionero de los demás, del que dirán, revélate y no admitas otro guardián que la pureza de tu propia conciencia.

Si tu alma está ligada a un cuerpo indómito; si tu corazón esta sumergido en una sensibilidad exasperada; si tú inteligencia está oscurecida por las pasiones incontroladas; si eres el prisionero de ti mismo; por no saber luchar contra esa droga que te mata a ti y a los que te aman. Lucha con ellos para hacerte esclavo de un ideal y ser dueño de tu propio destino.

No dejes que el volante de tu vida lo conduzca nada que no se te haya dado por naturaleza.

Si tus límites son el fruto de tus repulsas; si tu todo no es nada porque no está compartido; Si estás vacío por estar demasiado lleno de ti mismo; si eres el prisionero de tu egoísmo:

Llora sobre los muros de tu vida, Maldice tus fronteras, Rompe tus cadenas, Abraza el mundo que te fue entregado con tus manos liberadas y ruega al amor que no te abandone nuca.

¡Has nacido para ser libre!

Cuando la libertad desaparece, el hombre pierde su razón de existir.

No seas Tú, tu propio asesino. No mates con conductas absurdas el regalo que te dieron al nacer.

El mayor mal que amenaza a la humanidad no es la bomba atómica, ni las guerras... son las enfermedades que nosotros mismos nos buscamos, cuando enviciamos nuestros cuerpos y olvidamos que es nuestro santuario.

No valen las excusas baratas y manidas, de que las circunstancias de tu alrededor te han llevado a lo que eres y haces... porque nadie te obliga a destruirte a ti mismo, solo hay que decir No.

No a que decidan por mí, yo guío mi destino.

No a hacer lo que hacen todos, yo sé lo que quiero.

No a seguir modas estúpidas, yo soy mi modelo.

NO y NO a todo lo que me convierte en un pelele, en una sombra.

NO a encerrarte en ese circulo vicioso que te hace rodar cuesta abajo, hasta destruirte.

Pínchate cada día de esperanza, inhala aires de alegría, fúmate la voluntad a paquetes, bebe copas llenas de optimismo, que te hagan ser ese Ser maravilloso que todos tenemos dentro.

Rompe tus cadenas.


Autor: Anónimo



Desecha en una papelera todo lo que te hace daño y aparta de tu vida a quien no crea en ti ni en tu futuro.

La Edad (685)

17 septiembre 2010

Si tengo que elegir entre callar o gritar, grito, porque callar es renunciar. Cuando debo optar entre la charla amena y el debate ardiente, elijo el segundo, porque renunciar a confrontar ideas es optar por el silencio, y el silencio es un mal consejero cuando se tiene cierta edad.

En el caso de tener que mentir para que me acepten, pues que no me acepten, porque fingir después de los años es robarle sentido a la vida. Más vale que no me quieran por lo que soy que tener que inventar a quien no soy para que me quieran. Si sabiendo tengo que declarar que no sé para que quien no sabe piense que sabe más que yo, o decir lo que sé aunque los que escuchan piensen que no sé lo que digo, elijo lo segundo, porque prefiero que me odien por lo que sé y no que me quieran por mi ignorancia. Si los que me escuchan no saben la diferencia entre el debate y la convivencia, entre la pelea y el consenso, transformando adversarios de un momento en enemigos definitivos, no me queda más remedio que seguir pagando el precio de ser como soy, porque si dejara de serlo traicionaría a todos los años que me condujeron hasta el presente.

En otras palabras, de esa charla entre mí y yo nació la persona que soy hoy. Mayor, pero joven. Adulta, pero adolescente. Peleadora, pero una dama. Son esas las armas para luchar contra el peor enemigo de los muchos años “la vejez”. No sé por qué, pero últimamente me detengo en las cosas más que de costumbre… y me gusta detenerme. Miro cada detalle, cada movimiento. Cuento los tiempos de espera, y así, en cámara lenta, voy descubriendo paisajes que no conocía. Hay vientos, brisas, colores, oscuridades. Hay gente, y miro sus ojos. Casi todos buscando respuestas a su ansiedad, casi todos en una constante seducción a mansalva con el resto del mundo. Van y vienen, se ríen, no se ríen, hablan, gesticulan, buscan, pasan…No saben lo que se pierden…

¿Tomarán conciencia de que cada movimiento que hacen, por minúsculo que sea, puede separar el aire? ¿Sabrán que cada paso que dan, por rápido que sea, deja una huella? … Una huella que dice: “Por aquí pasó alguien”. ¿Sabrán que cada palabra que dicen ocupa un lugar que hasta ese momento lo llenaba un silencio? Y yo sigo allí… observo. Sé que no voy a tener respuestas, porque jamás voy a preguntar nada. A veces me siento metida en un mundo al que no pertenezco. Definitivamente “yo voy en cámara lenta”. Pero es tan maravilloso sentir el espacio abriéndose a mi paso como si me temiera… o como si me amara. Y para colmo respiro hondo, me lo tomo todo, hasta las toxinas. Toco imaginariamente el cielo con mi cabeza… Obviamente, no debo estar del todo bien, me doy cuenta de que, además de ir en cámara lenta, voy a contramano. Por eso no se asustes si los miro y me detengo allí por un rato, o si acaricio lentamente una flor y cierro los ojos. O si nos abrazamos, y les pido que no me suelten todavía… que esperen un poquito más. Es solamente para poder respirarlos. Creo que tengo una necesidad inmensa de trabajar para tener recuerdos. Palabras guardadas, el ritmo de mi corazón.

Recuerdos que respalden mi vida. Recuerdos que pueda contar con todos los dolores y alegrías. Descubrí… que no es lo mismo pasar por la vida que vivir. Que no es lo mismo mirar a los ojos, que entender lo que ellos dicen. Y que es lo mismo el cielo que esta tierra verde. Yo quiero guardar, acumular, tener un archivo de paisajes y sensaciones reales. Ése será mi capital, mi tesoro. La velocidad contagia como una plaga, y yo sé que estoy inmunizada. Sigo… canto mi propia canción y me atropellan multitudes veloces. ¿Se reirán de mí? Confieso que a veces yo lo hago y no está mal. Porque la imperfección siempre causa risa o causa desconfianza. Acabo de darme cuenta de que estoy de curiosa en este mundo. Por eso… Cuando pases a mi lado, trata de ralentar el paso aunque sea una semicorchea, y sé que es mucho pedir, pero es que… quiero que formes parte de mis recuerdos. Quiero guardar la sensación de tu proximidad. Y no sé, dejo abierta la duda, aunque solamente el tiempo será testigo: “Dentro de nuestra posibilidad de guardar la vida, espero que nos demos un hermoso lugar. Quiero creer que nos llevaremos en el corazón para que podamos contar que por allí pasé y que por aquí pasaste”. Yo… seguiré mi camino con mi lentitud, a contramano, curioseando la vida. Y vos, con tu velocidad a cuestas, que quién sabe a dónde te habrá llevado. Pero no importa… “Hay un lugar donde todos llegaremos, los rápidos y los lentos. Y allí, los rápidos esperarán por primera vez, que los lentos les contemos cómo fue vivir”.

Es por todo esto y más que siempre que puedo me dejo llevar por la joven que me habita, porque la edad podrá afectar al cuerpo pero no a la niña que soy, y permitir que los años amordacen y oxiden a esa infante rebelde es caer en la emboscada que la vejez le tiende a todos los que dejan de tener esperanza en el mañana y se rinden a los achaques que los años les regalan. Lo que sí, no me cabe la menor duda de que moriré muy joven, aunque el cuerpo sea muy pero muy viejo. Ojala ustedes también!!!


Autor: Bruno Kampel



Apliquémoslo a todas las edades, a decir y no callar pero sin decir todo lo que se piensa y pensando todo lo que se dice. Y si, la vejez es un estado de ánimo.

El Calor Del Alma (684)

13 septiembre 2010

Todos nosotros hemos pasado muchos días, o semanas enteras, sin recibir ningún gesto de cariño del prójimo.

Son momentos difíciles, cuando el calor humano desaparece, y la vida se reduce a un arduo esfuerzo por sobrevivir.

En esos momentos en que el fuego ajeno no le da calor a nuestra alma, debemos revisar nuestro propio hogar. Debemos agregarle más leña y tratar de iluminar la sala oscura en la que nuestra vida se transformó.

Cuando escuchemos que nuestro fuego crepita, que la madera cruje, que las brasas brillan o las historias que las llamas cuentan, la esperanza nos será devuelta.

Si somos capaces de amar, también seremos capaces de ser amados. No es más que cuestión de tiempo.


Autor: Paulo Coelho



Dar para recibir porque a veces somos nosotros quien nos hemos vuelto contra el mundo. No sabremos vivir la vida sin autoconocimiento de nuestra capacidad de amar y ser amados.

Mi Alma Me Habló (683)

10 septiembre 2010

Mi alma me habló y me enseñó a amar lo que el pueblo aborrece y a proteger lo que denigra.

Mi alma me mostró que el amor se enorgullece no sólo del ser que ama sino también del amado.

Antes de que mi alma me hablara, en mi corazón el amor era como una delgada cuerda ajustada entre dos clavijas. Pero ahora el amor se ha transformado en un halo cuyo comienzo es su final y cuyo final es su comienzo. Rodea a todos los seres y se difunde lentamente hasta abrazar todo lo que existe.

Mi alma me advirtió y me hizo percibir la belleza oculta de la piel, la forma y el matiz. Me enseñó a meditar sobre lo que la gente llama feo hasta que aparece su verdadero encan­to y deleite.

Antes de que mi alma me aconsejara, para mí la belleza era una antorcha temblorosa entre columnas de humo. Ahora que se desvaneció el humo no veo sino la llama.

Mí alma me habló y me hizo oír voces que no pronuncian la lengua, la laringe ni los labios.

Antes de que mi alma me hablara yo no oía más que gritos y gemidos. Pero ahora, ansiosamente, puedo oír el silencio y escucho sus coros cantando los himnos de los tiempos y los cánticos del firmamento, que anuncian los secretos de lo oculto.

Mi alma me habló y me enseñó a beber el vino que no procede de lagares ni puede escanciarse de copas que puedan levantar las manos ni tocar los labios.

Antes de que mi alma me hablara, mi sed era como una chispa confusa escondida bajo las cenizas que pueda apagar un sorbo de agua.

Mi alma me habló y me enseñó a tocar lo que aún no se ha encarnado; ella reveló que todo lo que tocamos es parte de nuestro deseo.

Pero ahora mis dedos se transformaron en bruma que penetra en lo que se ve del universo y se confunde con lo invisible.

Mi alma me enseñó a aspirar el perfume que no emiten el mirto ni el incienso. Antes de que mi alma me hablara yo deseaba aspirar la fragancia del perfume en los jardines, en los frascos o en los incensarios.

Pero ahora puedo gustar del incienso que no se quema como ofrenda en sacrificio. Y lleno mi corazón con una fra­gancia que ninguna brisa condujo a través del espacio.

Mi alma me habló y me enseñó a decir "Estoy listo" cuando lo desconocido y el peligro me llaman.

Antes de que mi alma me hablara yo no respondía a ninguna voz, salvo a la del pregonero que conocía, y sólo caminaba por el sendero cómodo y fácil.

Ahora lo desconocido es un corcel que puedo montar para conocerlo, y la llanura se volvió escalera y por sus peldaños trepó a la cima.

Mi alma me habló y me dijo: "No midas el tiempo dicien­do: Hubo un ayer y habrá un mañana".

Antes de que mi alma me hablara creía que el pasado era una época que nunca volvería y que el futuro nunca podía ser alcanzado.
Ahora me doy cuenta de que el presente contiene a todo tiempo y que en el se encuentra todo lo que puede esperar­se, todo lo realizado y todo lo cumplido.

Mi alma me habló exhortándome a no limitar el espacio diciendo: "Aquí, allí, allá".

Antes de que mi alma me hablara yo sentía que por cualquier parte que caminaba estaba lejos de todo otro espa­cio.

Ahora comprendo que en cualquier lugar que esté se encuentran todos los lugares y que la distancia que camino abarca todas las distancias.

Mi alma me enseñó a estar despierto mientras otros duermen y a entregarme al sueño cuando otros están en movi­miento.

Antes de que mi alma me hablara yo no distinguía sus sueños al dormirse ni ellos advertían mis fantasías.

Ahora yo nunca zarpo en el buque de mis sueños a menos que ellos me vigilen, y ellos nunca se remontan por el cielo de sus fantasías a menos que yo las comparta en su libertad.

Mi alma me habló y dijo: "No te alegres con el elogio y no te angusties con el reproche".

Antes de que mi alma me aconsejara yo dudaba del méri­to de mi trabajo.

Ahora me doy cuenta de que los árboles florecen en primavera y dan sus frutos en verano sin esperar elogio, y dejan caer sus hojas en otoño y quedan desnudos en invierno sin temor al reproche.

Mi alma me habló y me hizo ver que no soy más que el enano ni menos que el gigante.

Antes de que mi alma me hablara yo veía a la humanidad dividida en dos clases de hombres: una débil, de la que me compadecía, y una fuerte, a la que seguía o resistía desa­fiante.

Pero ahora aprendí que soy como ambos y estoy hecho de los mismos elementos. Mi origen es su origen, mi con­ciencia es su conciencia, mi pretensión su pretensión y mi peregrinaje su peregrinaje.

Mi alma me habló y me dijo: la linterna que llevas no es tuya y la canción que cantas no fue compuesta en lo profun­do de tu corazón, porque aunque sostengas la luz no eres la luz, y aunque seas un laúd con las cuerdas tensas no eres el ejecutante.

Mi alma me habló, hermana, y me enseñó muchas cosas. Y tu alma también te ha hablado y también te ha enseñado. Porque tú y yo somos uno y no hay diferencia entre noso­tros, salvo que yo haya proclamado lo que hay en mi ser íntimo, mientras tú lo guardas como un secreto de tu inti­midad. Pero en tu reserva hay una especie de virtud.


Autor: Khalil Gibran khalil



Nos dejamos persuadir y esclavizar nuestros cuerpos ante la autoestima, el ego, la igualad, por no esforzarnos en encontrarnos con nosotros mismos, con nuestra alma, con nuestro otro yo, con nuestra voz interior que siempre será sincera.

Todos Querían (682)

06 septiembre 2010

Todos querían... que fuera semejante a ellos.

Mi Padre, quería que fuera una reproducción suya.

Mi Madre que fuera igual a mi abuela.

Mis maestros, querían que fuera como mi hermano.

Y a mi hermano, le gustaba que fuera como sus amigos.

Todos y cada uno querían que fuera otro...

Hasta que un día, decidí que no quería parecerme a nadie...

Salí de casa, me fui a una tapia y escribí: YO SOY YO.

Y entonces comencé a hablar humanamente, sin envidias, sin egoísmos, decidí escuchar con los cinco sentidos, como hacen los sabios, fieles a sus convicciones, pero abiertos a las distintas opiniones e intereses.

Y humanamente trabajé, no para beneficiarme sino para beneficiar a otros y haciéndolo me di cuenta que yo también me beneficiaba.

Amé sin regateos, diferencias, ni favoritismos, por eso me sentí unido a cada uno de mis prójimos.

Cuando lloré, lo hice sin vergüenza, pues el dolor nos hace crecer y ser humanos.

Y me reí. Sin fronteras, uniendo mi risa con la de mis hermanos, dándome cuenta que sólo así era yo.

Y volví a escribir: YO SOY YO.


Autor: Anónimo



El no encontrar uno mismo su propia personalidad como suma de experiencias, ideas, responsabilidades y circunstancias propias, trastornará encontrar su sitio en el mundo y búsqueda del significado de la vida. Las cualidades con las que nos identificamos propias o atribuidas por terceras personas, delimitaran nuestra personalidad.

Como dijo Ortega y Gasset "Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo"

Madurez (681)

03 septiembre 2010

Madurez es la habilidad de controlar la ira y resolver las discrepancias sin violencia o destrucción.

Madurez es paciencia. Es la voluntad de posponer el abrazo inmediato en favor de un beneficio de largo plazo.

Madurez es perseverancia, es la habilidad de sacar adelante un proyecto o una situación a pesar de fuerte oposición y retrocesos decepcionantes.

Madurez es la capacidad de encarar disgustos y frustraciones, incomodidades y derrotas, sin queja ni abatimiento.

Madurez es humildad. Es ser suficientemente grande para decir "me equivoqué". Y cuando se está en lo correcto la persona madura no necesita experimentar la satisfacción de decir "te lo dije".

Madurez es la capacidad de tomar una decisión y sostenerla. Los inmaduros pasan sus vidas explorando posibilidades para al fin no hacer nada.

Madurez significa confiabilidad, mantener la propia palabra, superar la crisis. Los inmaduros son maestros de la excusa. Son los confusos y desorganizados. Sus idas son una confusión de promesas rotas, amigos perdidos, negocios sin terminar y buenas intenciones que nunca se convierten en realidad.

Madurez es el arte de vivir en paz con lo que no se puede cambiar (Ann Landers).


Autor: Michel Dachs



La madurez nos permite con el paso de los años, demostrarnos a nosotros mismos lo que somos capaces de ser o no ser.

El Milagro Del Perdón (680)

30 agosto 2010

Crecer no es una tarea sencilla.

Avances, retrocesos, desilusiones, esperanzas y mucho dolor acompañan el proceso vital del hombre en este mundo, proceso cuyo sentido último es el de la evolución del espíritu.

En este trayecto forzosamente existirán personas que nos lastimen, que nos nieguen aquello que deseamos, que no nos comprendan o incluso que nos traicionen.

Se trate de una herida emocional que nos hayan provocado nuestros padres, un amor que nos ha olvidado o de un amigo que no ha sabido actuar con lealtad, todos hemos sufrido alguna vez por causa de otra persona.

Ahora bien: ¿Qué sentimos por ese que nos dañó?

¿Intentamos alguna vez comprender porqué actuó de ese modo?

¿Somos capaces de olvidar la ofensa sufrida? ¿Sabemos perdonar?

Cuando las cicatrices no logran cerrarse y el rencor continúa anidando en nuestro espíritu, su energía actúa como un veneno.

Muchas de nuestras enfermedades se deben a esta contaminación energética, a la ira permanente, a los pensamientos de venganza y destrucción que ocupan nuestra mente.

También muchos de nuestros fracasos nacen en este aferrarse a dolores pasados porque allí donde existe el resentimiento difícilmente pueda florecer una actitud positiva hacia los demás.

Por eso, para curarnos, debemos perdonar.
Perdonar a quien nos olvidó.
Perdonar a quien nos agredió.
Perdonar a quien destruyó lo que amábamos.
Enviar luz y paz para que la luz y la paz regresen a nosotros.

Perdonarnos a nosotros mismos. Aceptar y cuidar al niño asustado, enojado o confundido que llevamos dentro y rodearlo de un infinito amor. Convertirnos en amor para que el amor sea amor.

Y entonces así, crecer libres de toda atadura y de todo miedo: crecer en felicidad.

No importa cuantas veces caíste, si cada vez te volviste a levantar, el éxito en la vida no consiste en la prisa de correr, sino, en llegar.

No importa si perdiste una partida, acepta que ganaste en experiencia, la lucha de la carrera de la vida no es de rapidez, si no, de resistencia.

No importa dónde, cómo, ni por qué, ten en medio del error cometido la grandeza de decir... ME EQUIVOQUÉ! y si caíste estando a punto de llegar, ten el miedo de darte por vencido... y el valor de volver a comenzar...


Autor: Anónimo



Como dijo Jacinto Benavente: A perdonar solo se aprende en la vida cuando a nuestra vez hemos necesitado que nos perdonen.

Related Posts with Thumbnails