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Eres Grande (704)

22 noviembre 2010

Si sabes perdonar una ofensa...

Si sabes alegrarte con el éxito de los demás...

Si sabes olvidarte de ti mismo en un servicio desinteresado...

Si sabes mantenerte en lo que es correcto...

Si hoy sabes ahogar una lágrima, para mañana ver brillar el sol...

Si sabes superar una crítica y aprender de ella...

Si en momentos de crisis tienes entereza suficiente para empezar de nuevo...

Entonces sonríe porque tu vida es grande y tú... ¡Eres grande!


Autor: Anónimo



Máxima de Alphone Karr "Toda persona tiene tres personalidades: la que enseña, la que tiene y la que cree que tiene".

¿Será que no somos tan grandes como creemos y que tan imperfectos nunca seremos grandes?

Enseñar (702)

15 noviembre 2010

Una madre llevó a su hijo ante Mahatma Gandhi e imploró:

Por favor, Mahatma, inste a mi hijo a no comer azúcar".

Gandhi, después de una pausa, pidió: "tráigame a su hijo de aquí a dos semanas".

Dos semanas después, ella volvió con el hijo. Gandhi miró bien profundo en los ojos del muchacho y le dijo: "No coma azúcar".

Agradecida, pero perpleja, la mujer preguntó: ¿Por qué me pidió dos semanas? ¡Podía haber dicho lo mismo antes!"

Y Gandhi respondió: "Hace dos semanas atrás, yo estaba comiendo azúcar".


Autor: Paulo Coelho
Del libro “Maktub”



Cuando pretendas enseñar algo a los demás, que sea en la medida en que aquello que digas se corresponda con tu manera de actuar.


El Punto Fuerte (652)

28 junio 2010

El punto fuerte para actuar, es la voluntad.

El punto fuerte para la inteligencia, es aclarar conceptos.

El punto fuerte para sostenerse, es resistir.

El punto fuerte de la vida, es la Fe.

El punto fuerte del alma, es Dios.

El punto fuerte de la mujer, es la maternidad;

el del hombre, el éxito;

el del niño, la credibilidad;

el de la juventud, la pasión;

el del puebla, la demagogia;

el del aprovechado, la ganancia;

el del honrado, la justicia.

El punto fuerte del ostentoso, es mostrarse;

el del humilde, esconderse.

El punto fuerte del ignorante, es sentirse poderoso;

el del sabio, sentirse impotente.

El punto fuerte del corazón, es "amarse los unos a los otros"

El del Espíritu, buscar a Dios.

¡Y el de Dios... ganarse al hombre!


Autor: Zenaida Bacardí de Argamasilla
Del libro: Ramillete de Estrellas



Nuestros propios puntos fuertes son útiles y muy valiosos porque todos tenemos algo que ofrecer, una tarea que cumplir y un don para compartir. Es necesario creer en nuestras propias capacidades y disfrutarlas, ellas nos fortalecen en nuestros pensamientos, sentimientos y comportamientos.

Compromiso (636)

21 mayo 2010

Comprometerse va más allá de cumplir con una obligación, es poner en juego nuestras capacidades para sacar adelante todo aquello que se nos ha confiado.

Una persona comprometida es aquella que cumple con sus obligaciones haciendo un poco más de lo esperado al grado de sorprendernos, porque vive, piensa y sueña con sacar adelante a su familia, su trabajo, su estudio y todo aquello en lo que ha empeñado su palabra.

Todos tenemos compromisos de diversa índole y según el estado de la persona (como padres de familia, hijos, trabajadores, estudiantes, etc.) Aún así, hay personas que esperan exista un contrato, una promesa o una ineludible consecuencia para saberse con un compromiso, como la celebración del matrimonio, la firma en el contrato de trabajo, el inscribirse en la escuela o el nuevo hijo que nacerá próximamente.

El hecho de aceptar formalmente un compromiso, hace suponer que se conocen todos los aspectos, alcances y obligaciones que conlleva. La realidad es que creemos cumplir a conciencia por ajustarnos a un horario, obtener un sueldo, asistir a la escuela y estar un rato en casa. Casi siempre, la falta de compromiso se debe a descuidos un tanto voluntarios, pero principalmente a la pereza, la comodidad y al egoísmo.

No basta con cumplir con lo previsto, lo estipulado, lo obvio... todo compromiso tiene muchas implicaciones, pensemos un instante en aquellos que son los más importantes que tenemos:

Como padres de familia: No basta proporcionar los medios materiales, los hijos necesitan que los padres les dediquen parte de su tiempo para jugar, conversar y enseñar. ¿Cuántas veces hemos cancelado un compromiso personal para estar con la familia? Normalmente sucede lo contrario. Parte del compromiso de ser padres, implica buscar la amistad de los hijos.

Como esposos: Partiendo de la fidelidad como indispensable, hace falta avivar el amor y la comprensión: cuidar el aspecto personal como antes de casarse; hacer pequeños obsequios: la flor, el dulce, el CD con la música que más le gusta a la pareja; salir juntos al cine o a cenar; terminar una pequeña riña con un beso y un abrazo... Y tantos y tantos detalles que parecen olvidarse con el paso del tiempo.

Como hijos: Además de la sinceridad, la obediencia, la ayuda en el hogar y el esfuerzo en los estudios, ¿qué otra cosa haces? Los padres también necesitan cuidados, detalles de cariño y pequeños servicios, los cuales no piden y sin embargo, estarían muy agradecidos de recibirlos. Cabe hacer un paréntesis en el ámbito escolar: estudiar todas las materias a conciencia y con profundidad, entregando todo los trabajos solicitados, independientemente del gusto y preferencia que se tenga.

Como trabajadores: Es muy significativo la forma en la que se vive el horario (los extremos de rigurosa entrada y salida para cumplir, o en su caso: los retrasos) ¿Das un poco más de tu tiempo si hace falta? No olvidar procurar un ambiente amable y las buenas relaciones. Parte de nuestro compromiso laboral es la actualización de conocimientos para el perfeccionamiento profesional.

Como amigos: ¿Nuestras amistades son “utilitarias”?, es decir, si sólo recordamos a los amigos cuando algo se nos ofrece. La amistad se cultiva, es necesario llamar, buscar, enviar correo electrónico y visitar a las personas con las que tenemos un mutuo afecto, estar pendientes de su bienestar personal y familiar.

Como ciudadanos: Evitar la indiferencia, no podemos quejarnos de la situación actual del país sin hacer algo para cambiarlo, se debe participar en las elecciones, apoyar campañas que beneficien a todos: en el área de salud, laboral, legislativa... lo peor que nos sucede es creer que poco podemos hacer como si viviéramos aislados. Promover la seguridad, la limpieza, la creación de lugares de sano entretenimiento y los servicios básicos para el lugar donde vivimos, es una manera de comprometernos con nuestra sociedad y nuestra nación.

En todos los casos existe la obligación grave de cuidar el buen nombre de personas, instituciones y empresas con las que tenemos relación. Es un tanto triste ver como un estudiante repudia su escuela, como las personas prefieren y exaltan los beneficios que se dan en otro país, como se quejan de su cónyuge con personas ajenas, anhelar por inconformidad el trabajo en otra empresa o tener un jefe “a modo”...

¡Cuántos son los compromisos y cuántas cosas implican! Si parece mucho, hemos vivido con los ojos cerrados a la responsabilidad y pensando sólo en recibir beneficios, con el temor a dar más de nosotros mismos. Seamos honestos, en esto no existe temor sino egoísmo.

La persona comprometida es generosa, busca como dar más afecto, cariño, esfuerzo, bienestar... en otras palabras: va más allá de lo que supone en principio el deber contraído. Es feliz con lo que hace hasta el punto de no ver el compromiso como una carga, sino como el medio ideal para perfeccionar su persona a través del servicio a los demás.


Autor: Anónimo



Que la pereza, la comodidad y el egoísmo no te impidan ser una persona comprometida con el mundo que está a tu alcance y mucho menos contigo mismo.

Los Díez Errores De La Vida (634)

17 mayo 2010

1) Esperar que nuestro punto de vista, bueno o malo, sea aceptado por todos.

2) Querer que los jóvenes tengan juicio y experiencia.

3) No ceder en casos sin importancia.

4) Preocuparnos por lo que no tiene remedio.

5) Juzgar que todas nuestras acciones son perfectas.

6) No remediar todo aquello que podemos remediar.

7) No tener tolerancia para las debilidades de los demás.

8) Considerar imposible todo aquello que nosotros no podemos realizar.

9) Dar al día, al momento, al instante que vivimos, la importancia de una eternidad.

10) Apreciar a las personas por su apariencia exterior, cuando lo que realmente vale son sus cualidades interiores.

Si cada día nos proponemos ir eliminando cada uno de estos errores pronto llegaremos a no cometer ninguno.


Autor: Anónimo



Es fácil correr el riesgo de equivocarnos si descuidamos nuestro comportamiento o reacción ante los problemas. Seamos capaces de calibrar nuestra propia conducta, que a su vez deja huella en nuestro cerebro y preveerá la repercusión en nuestras futuras decisiones y acciones.

Decálogo Del Abogado (542)

25 octubre 2009

De acuerdo con Flores (2002), el “Decálogo del Abogado”, es un mandamiento de conducta y ética que la doctrina y los reglamentos profesionales o corporaciones imponen a los abogados en el ejercicio de su profesión. En América Latina es muy conocido el famoso “Decálogo del Abogado”, redactado por el eminente jurista uruguayo Eduardo Couture, quien fue incorporado al “Colegio de Abogados de Lima”, como Miembro de Honor en 1951.

A continuación transcribimos “los mandamientos del abogado” o mejor conocido como Decálogo del Abogado:

I. Estudia. El Derecho se transforma constantemente. Si no sigues sus pasos serán cada día un poco menos Abogado.

II. Piensa, El Derecho se aprende estudiando, pero se ejerce pensando.

III. Trabaja. La Abogacía es una ardua fatiga puesta al servicio de la
Justicia.

IV. Lucha. Tu deber es luchar por el Derecho, pero el día que encuentres en conflicto el Derecho con la Justicia, lucha por la Justicia.

V. Sé leal. Leal como tu cliente al que no puedes abandonar hasta que comprendas que es indigno de ti. Leal para con el adversario, aun cuando el sea desleal contigo, Leal para con el Juez que ignora los hechos, y debe confiar en lo que tu le dices y que, en cuanto al Derecho, alguna que otra vez debe confiar en el que tú le invocas.

VI. Tolera. Tolera la verdad ajena en la misma medida en que quieres que sea tolerada la tuya.

VII. Ten paciencia. El tiempo se venga de las cosas que se hacen sin su colaboración.

VIII. Ten fe. Ten fe en el Derecho, como el mejor instrumento para la convivencia humana; en la Justicia, como destino normal del Derecho, en la Paz como substitutivo bondadoso de la Justicia; y sobre todo, ten fe en la Libertad, sin la cual no hay Derecho, ni Justicia, ni Paz.

IX. Olvida. La Abogacía es una lucha de pasiones. Si en cada batalla fueras llenando tu alma de rencor llegaría un día en que la vida sería imposible para ti. Concluido el combate, olvida tan pronto tu victoria como tu derrota.

X. Ama tu profesión. Trata de considerar la Abogacía de tal manera que el día que tu hijo te pida consejo sobre su destino, consideres un honor para ti proporcionarle que sea Abogado.


Autor: Eduardo J. Couture (1904–1956)
Los mandamientos del abogado



“Si el Derecho se contrapone con la Justicia, inclínate por la Justicia” (Eduardo J. Couture)

Los profesionales en general, deberían solo ejercer por sus méritos y su vida honrada. Entre todos hemos creado y consentido una sociedad donde la ética y la vida no van de la mano... a pesar de todo, creemos, queremos y necesitamos una justicia para todos igual.

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