Hablar Y Callar (181)

25 octubre 2008

HABLAR oportunamente, es acierto.

HABLAR frente al enemigo, es civismo.

HABLAR ante una injusticia, es valentía.

HABLAR para rectificar, es un deber.

HABLAR para defender, es compasión.

HABLAR ante un dolor, es consolar.

HABLAR para ayudar a otros, es caridad.

HABLAR con sinceridad, es rectitud.

HABLAR de si mismo, es vanidad.

HABLAR restituyendo fama, es honradez.

HABLAR aclarando chismes, es estupidez.

HABLAR disipando falsos, es de conciencia.

HABLAR de defectos, es lastimar.

HABLAR debiendo callar, es necedad.

HABLAR por hablar, es tontería.

CALLAR las propias penas, es sacrificio.

CALLAR de si mismo, es humildad.

CALLAR miserias humanas, es caridad.

CALLAR a tiempo, es prudencia.

CALLAR en el dolor, es penitencia.

CALLAR palabras inútiles, es virtud.

CALLAR cuando hieren, es santidad.

CALLAR para defender, es nobleza.

CALLAR defectos ajenos, es benevolencia.

CALLAR debiendo hablar, es cobardía.


Autor: Anónimo



Sólo cuando montamos en cólera somos capaces de hablar y no callar todo lo que nuestro amor propio sufre. Pero cuando emitimos comentarios u omitimos comentarios disuasorios a la ligera, uno termina siendo esclavo de sus palabras.

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