Cuando creías que yo no estaba viendo.... te vi colgar mi primer dibujo en la heladera y corrí a hacer otro.
Cuando creías que yo no estaba viendo.... te vi poner alimento en la tacita del gato y aprendí que es bueno cuidar de los animales.
Cuando creías que yo no estaba viendo.... vi lágrimas salir de tus ojos y aprendí que algunas veces las cosas duelen, pero que está bien llorar.
Cuando creías que yo no estaba viendo.... te vi hacer mi postre favorito y aprendí que las cosas pequeñas son las que hacen la vida especial.
Cuando creías que yo no estaba viendo.... te escuché hacer una oración y supe que hay un Dios al que siempre puedo acudir y aprendí a confiar en Él.
Cuando creías que yo no estaba viendo.... te sentí darme el beso de las buenas noches y me sentí amado y protegido.
Cuando creías que yo no estaba viendo.... te vi preparar un plato de comida y llevarlo a un amigo enfermo y aprendí que todos debemos cuidar unos de otros.
Cuando creías que yo no estaba viendo.... te vi dar de tu tiempo y tu dinero para ayudar a gente que no tenia nada y aprendí que los que tienen deben de ayudar a los que no tienen.
Cuando creías que yo no estaba viendo.... te vi cuidar nuestra casa y de nosotros y aprendí que debemos cuidar lo que nos ha sido dado.
Cuando creías que yo no estaba viendo.... aprendí de ti las lecciones de la vida que necesitaba: cómo ser una persona buena y productiva.
Gracias por todas las cosas que aprendí cuando creías que yo no te estaba viendo.
Autor: Anónimo
Hay una parte en la educación de un niño que es el reflejo de nuestras actitudes y que como enseñanza buena o mala, quedarán como una herencia para su madurez.
Serás siempre ejemplo para tu hijo, procura que tus demostraciones no sean solo retóricas.
Cuando creías que yo no estaba viendo.... te vi poner alimento en la tacita del gato y aprendí que es bueno cuidar de los animales.
Cuando creías que yo no estaba viendo.... vi lágrimas salir de tus ojos y aprendí que algunas veces las cosas duelen, pero que está bien llorar.
Cuando creías que yo no estaba viendo.... te vi hacer mi postre favorito y aprendí que las cosas pequeñas son las que hacen la vida especial.
Cuando creías que yo no estaba viendo.... te escuché hacer una oración y supe que hay un Dios al que siempre puedo acudir y aprendí a confiar en Él.
Cuando creías que yo no estaba viendo.... te sentí darme el beso de las buenas noches y me sentí amado y protegido.
Cuando creías que yo no estaba viendo.... te vi preparar un plato de comida y llevarlo a un amigo enfermo y aprendí que todos debemos cuidar unos de otros.
Cuando creías que yo no estaba viendo.... te vi dar de tu tiempo y tu dinero para ayudar a gente que no tenia nada y aprendí que los que tienen deben de ayudar a los que no tienen.
Cuando creías que yo no estaba viendo.... te vi cuidar nuestra casa y de nosotros y aprendí que debemos cuidar lo que nos ha sido dado.
Cuando creías que yo no estaba viendo.... aprendí de ti las lecciones de la vida que necesitaba: cómo ser una persona buena y productiva.
Gracias por todas las cosas que aprendí cuando creías que yo no te estaba viendo.
Autor: Anónimo
Hay una parte en la educación de un niño que es el reflejo de nuestras actitudes y que como enseñanza buena o mala, quedarán como una herencia para su madurez.
Serás siempre ejemplo para tu hijo, procura que tus demostraciones no sean solo retóricas.
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