Las personas inteligentes eligen amar en lugar de odiar, procuran un alto nivel de autoestima, se valoran y aprovechan de la mejor manera posible los talentos que recibieron de la vida.
Las personas inteligentes aceptan a los demás como son, y no malgastan sus energías queriendo cambiarlos, sólo influyen en ellos con paciencia y comprensión.
Las personas inteligentes son espirituales, cultivan una excelente relación con la vida y tienen en su fe, una viva fuente de luz y de esperanza.
Las personas inteligentes disfrutan del "aquí" y el "ahora", no viajan al pasado con el sentimiento de culpa ni rencor, ni al futuro con angustias o temores pasados o inventados.
Las personas inteligentes ven oportunidades en las dificultades, cuentan con la lección que le ofrecen los errores y tienen habilidad para aprender de los fracasos.
Las personas inteligentes son entusiastas, dan la vida por sus sueños y están convencidos de que la confianza y el compromiso obran milagros.
Las personas inteligentes son íntegras y de principios sólidos, por eso disfrutan de paz interior y la irradian, aún en medio de los problemas que se presentan en la vida.
Las personas inteligentes cuidan sus relaciones con esmero y cariño, saben trabajar en equipo y son animosos sembradores de esperanza y alegrías.
Las personas inteligentes también tienen épocas difíciles, pero no se rinden ni se dejan aplastar por su peso, ya que saben que aún la noche más oscura tiene un claro amanecer y que por encima de las nubes más densas sigue brillando el sol.
Autor: Anónimo
Una base de principios sólidos tiene recursos para aceptar, disfrutar y luchar, ante cualquier día soleado o tempestad.
Las personas inteligentes aceptan a los demás como son, y no malgastan sus energías queriendo cambiarlos, sólo influyen en ellos con paciencia y comprensión.
Las personas inteligentes son espirituales, cultivan una excelente relación con la vida y tienen en su fe, una viva fuente de luz y de esperanza.
Las personas inteligentes disfrutan del "aquí" y el "ahora", no viajan al pasado con el sentimiento de culpa ni rencor, ni al futuro con angustias o temores pasados o inventados.
Las personas inteligentes ven oportunidades en las dificultades, cuentan con la lección que le ofrecen los errores y tienen habilidad para aprender de los fracasos.
Las personas inteligentes son entusiastas, dan la vida por sus sueños y están convencidos de que la confianza y el compromiso obran milagros.
Las personas inteligentes son íntegras y de principios sólidos, por eso disfrutan de paz interior y la irradian, aún en medio de los problemas que se presentan en la vida.
Las personas inteligentes cuidan sus relaciones con esmero y cariño, saben trabajar en equipo y son animosos sembradores de esperanza y alegrías.
Las personas inteligentes también tienen épocas difíciles, pero no se rinden ni se dejan aplastar por su peso, ya que saben que aún la noche más oscura tiene un claro amanecer y que por encima de las nubes más densas sigue brillando el sol.
Autor: Anónimo
Una base de principios sólidos tiene recursos para aceptar, disfrutar y luchar, ante cualquier día soleado o tempestad.
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